Una vieja central eléctrica acogerá en el 2000 el arte contemporáneo de la Tate Gallery
La tercera colección mas importante del mundo prepara una exposición de Mondrian
La Tate Gallery de Londres renueva y amplía sus instalaciones, que albergan la mayor colección pública de arte contemporáneo del Reino Unido y la tercera en importancia del mundo. Los nuevos proyectos se inaugurarán en el año 2000. El más ambicioso es, sin duda, la reconversión de una antigua central eléctrica en museo de arte contemporáneo internacional. La Tate de Arte Contemporáneo acogerá a los artistas de este siglo y del próximo. La vieja Tate ganará así un 35% de su espacio actual y ampliará también sus salas. Además, la pinacoteca celebra este mes el centenario de su fundación con diversos actos, el más importante de ellos la exposición de Mondrian que se inaugura el día 26.
La Tate Gallery es víctima de su propio éxito. Más de dos millones de personas visitan anualmente la sede original, al sur del Támesis y a corta distancia del Parlamento de Westminster. "Se forman grandes colas y, en ocasiones, nos vemos obligados a cerrar las puertas temporalmente", admite Nicholas Serota, director de la pinacoteca.Además del público, la Tate se enfrenta a un problema igualmente importante. En el momento de su fundación, el 21 de julio de 1897, el edificio albergaba las 67 obras victorianas donadas por el mecenas Henry Tate y algunos cuadros y esculturas cedidos por la National Gallery. Un siglo más tarde, la colección comprende 4.100 pinturas, 1.400 esculturas y unos 50.000 grabados y trabajos en papel.
Tan sólo un mínimo porcentaje de esta colección pública, similar en importancia a la de los museos Guggenheim. y de Arte Moderno de Nueva York y al Centro Pompidou de París, se exhibe permanentemente. Pero, además, las condiciones de infraestructura han quedado anticuadas, poniendo en riesgo la conservación de estos tesoros nacionales británicos.
Tres nuevos proyectos, que se inaugurarán con el nuevo milenio, resuelven algunas de las dificultades presentes. El más ambicioso ya está en marcha: la reconversión de una antigua central eléctrica en museo de arte contemporáneo internacional. El proyecto, con un presupuesto inicial de 130 millones de libras (unos 30.000 millones de pesetas), corre a cargo del estudio de arquitectos suizos Herzog y De Meuron, responsables de la sede de la Colección Goetz, en Múnich, entre otros trabajos.
Diseño
El diseño de Herzog y de Meuron respeta las líneas originales de la central eléctrica, un inmenso edificio en ladrillo con una torre central, e incorpora una estructura de cristal por donde se filtra la luz natural. Con ello, la futura galería gana dos nuevas plantas y una vista excelente del río. Situada en la orilla sur, frente a la catedral de San Pablo, la Galería Tate de Arte Contemporáneo será la morada permanente de la obra de Giacometti, Dalí, Duchamp, Picasso, Rothko, Warhol y otros maestros del siglo XX, así como de generaciones futuras. Igualmente, las exposiciones temporales de vanguardia, que se organizan hasta la fecha en la sede original, pasarán a partir del año 2000 a las galerías de Bankside.Con el nuevo edificio se divide la colección. La vieja Tate, que gana un 35% de su espacio, exhibirá trabajos de artistas británicos modernos y contemporáneos. Aquí estarán representados Gainsborough, Hogarth, Stu.bbs, Blake, Constable y Turner, entre otros. "No será un museo del pasado", advierte Serota.
Para evitarlo, las obras de algunos maestros. nacionales encontrarán hueco junto a sus contemporáneos internacionales. Puede suceder, por tanto, que Lucien Freud, Paolozzi y otros artistas vivos tengan sus obras en ambos museos. Las nuevas tecnologías -Internet, en particular- ayudarán a los responsables de la colección en la tarea de informar al público sobre el paradero de sus obras favoritas.
La fiebre de renovación alcanza también a la sede original y a la filial en Liverpool. El palacete necesita afianzar sus cimientos y modernizar los sistemas de iluminación y calefacción para asegurar la supervivencia de la colección. Con las obras de rehabilitación, la Tate ganará nuevas salas, mejorará sus accesos -habrá una segunda entrada en el lateral del edificio- y se abrirá a sus vecinos de Westminster.
En Liverpool se habilitará un cuarto piso y toda la organización contará con una sede central de almacenaje equipada con todos los adelantos técnicos. La Tate por tanto cumple 100 años, pero se acerca al milenio sin alejar la mirada al futuro.
Babelia
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