Economía admite que los salarios "se desaceleran" al 3,2%, aunque en menor medida que la inflación

Los últimos datos de coyuntura publicados ayer por el Ministerio de Economía y Hacienda revelan que los salarios "se desaceleran", lo que resta gravedad a las advertencias lanzadas días atrás por su máximo responsable, Rodrigo Rato. Esa pérdida de impulso de los salarios (3,2% hasta mayo) es, sin embargo, muy inferior a la que registra la inflación (1,5%). El informe confirma que el consumo se ha acelerado en el segundo trimestre lo que confirma las buenas expectativas de crecimiento económico para este año. En este contexto, un grupo de expertos en coyuntura ha planteado al responsable de Presupuestos, José Folgado, que las cuentas públicas deben ser restrictivas en 1998 y la necesidad de abordar reformas estructurales.

Trascurrida la primera mitad del ejercicio, el Ministerio de Economía y Hacienda señala en su último informe de coyuntura, publicado ayer, que "los salarios se desaceleran en el presente ejercicio, si bien a un ritmo mucho menor que el de los precios al consumo". Hasta el mes de mayo, las subidas salariales pactadas en los convenios colectivos registran un aumento del 3,2%, frente al 3,8% del mismo periodo del año anterior. Los precios, sin embargo, se situaron a esa fecha en un 1,5% (mayo de 1997 sobre el mismo periodo del año anterior) cuando en mayo de 1996 era del 3,8%.Según Economía, "este aumento de los costes laborales, al combinarse con escasos incrementos de la productividad del trabajo produce, por segundo año consecutivo, un crecimiento de los costes laborales unitarios superior al de los precios, lo que supone un factor restrictivo de la rentabilidad empresarial que, a la larga, puede perjudicar a la inversión y a la creación de empleo". Esta doctrina es contestada desde los sindicatos pues entienden que el crecimiento actual de los salarios está demostrando ser compatible con el control de los precios.

La advertencia lanzada desde Economía enlaza con la efectuada hace algunas semanas por su máximo responsable, Rodrigo Rato, para quien la actual evolución de los salarios puede. poner en peligro la reducción de los tipos de interés y el cumplimiento de la promesa electoral del PP de bajar los impuestos.

El temor del equipo económico del Gobierno es que una mejor coyuntura económica pueda dar la vuelta a la tendencia a la baja de la inflación. Frente a una acusada moderación de los precios durante la primera mitad del año, el segundo semestre ha de conseguir aumentar la pendiente, en un contexto de una cada vez mayor empuje del consumo privado. El segundo semestre del pasado año marcó el inicio de la reducción de los precios, por lo que los avances en la segunda mitad de 1997 deben ser superiores. Aquí radica también la prudencia del Banco de España a la hora de modificar los tipos.

El informe de Economía confirma que en el segundo trimestre del año se ha producido "un perfil ascendente" en el consumo privado. En cuanto a la inversión privada, se subraya que los factores que la determinan "están siendo muy favorables".

En este contexto, un grupo de expertos en coyuntura -de bancos, cajas, organizaciones sociales, sociedades de Bolsa...- se reunió la pasada semana con el secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, en un almuerzo, en el que le trasmitieron, sobre todo, dos ideas: que la bonanza económica no debe hacer bajar la guardia en la política presupuestaria y la necesidad de abordar el año próximo reformas estructurales en sanidad y en empresas públicas.

Presupuesto más restrictivo

La opinión más general, según varios de los asistentes a ese encuentro, es que el Presupuesto de 1998 debe ser más restrictivo de lo que contempla el programa de convergencia para evitar que, desde el sector público, se contribuya a recalentar la economía. Folgado les trasmitió la intención del Gobierno de abordar esas reformas, la "tranquilidad" sobre la evolución de los ingresos y los pagos durante 1997 y la probabilidad de que el déficit público acabe el año por debajo del 3% del PIB previsto.El ministro de Trabajo, Javier Arenas, destacó ayer en El Escorial (Madrid) la "positiva" evolución de la contratación y de la afiliación a la Seguridad Social en los últimos meses. Añadió que esa situación debería consolidarse y convertirse en "una tendencia" para el futuro, informa Efe.