La vuelta a un mundo frío e inhóspito

Marte es el planeta que más se parece a la Tierra, pero es inhóspito para el hombre. Conocido como el planeta rojo por su aspecto rojizo debido a los óxidos de hierro, es unas dos veces más pequeño que la Tierra. Su diámetro es de 6.800 kilómetros. Un día en Marte es un poco más largo que en la Tierra, dura 24 horas y 37 minutos. Las temperaturas son bajas, con máximos de 22 grados bajo cero y 88 grados bajo cero. El planeta está azota do por vientos violentos que alcanzan los 200 kilómetros por hora. La atmósfera, mucho me nos densa que la Tierra, está compuesta en un 95,3% de anhídrido carbónico, un 2,7% de nitrógeno y un 1,6% de argón, con trazas de oxígeno, monóxido de carbono y vapor de agua.El relieve de Marte se divide en tres enormes planicies -Valles Marineris se extiende a lo largo de 4.000 kilómetros-, y presenta volcanes extintos, como el monte Olimpo (de 26 kilómetros de altura). La distancia máxima de Marte a la Tierra es de 400 millones de kilómetros, la mínima de 56 millones.

Hace 21 años

El primer sobrevuelo de Marte fue el de la sonda Mariner 4 en 1965 y hace 21 años que se produjo la última visita. Fue en el verano de 1976. El 20 de julio, la nave estadounidense Viking-1 se posó sobre la superficie en el lugar denominado Planitia Chryse. El 7 de agosto llegó a Planitia Utopia la Viking-2. Durante siete años los dos robots laboratorio transmitieron a la Tierra 4.500 fotografías de sus alrededores y más de tres millones de datos meteorológicos. Los módulos que permanecieron en órbita del planeta enviaron por su parte 52.000 fotografías, cubriendo el 97% de la superficie.Cada módulo de aterrrizaje tomó muestras del suelo y las analizó in situ pero no se encontraron indicios de vida anterior en Marte. De todas formas, la misión sí sirvió para confirmar que todos los elementos esenciales de la vida en la Tierra -carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno y fósforo- se encuentran en el planeta rojo.