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"En este disco todos terminamos mucho miedo"

Vuelve la voz, dice su campaña de promoción, y uno espera ver aparecer a Frank Sinatra. "Yo no creo que sea 'la voz', pero sí creo que mi voz es muy personal", se defiende Ana Torroja. En todo caso, la cantante de Mecano presenta Puntos cardinales -que saldrá a la venta el lunes 7-, su primer trabajo en solitario después de la separación del grupo en 1993.La larga borrachera que fueron las continuas giras de Mecano terminó por secar su voz y dejarle una resaca de la que ha tardado años en recuperarse. Un día se quedó afónica y el terror de no poder volver a cantar fue una de las razones que precipitó su huida. "Fue como una larga resaca después de muchísimo trabajo y mucha marcha", reconoce ahora. "Llegó un momento en que todo se desbordó, no cabía dar más conciertos, ni cantar, ni hacer nada. Había mucho cansancio físico y psíquico. Tuve un problema con la voz y tuve que parar por obligación. Se bloqueó todo y decidí que me escapaba".

Su escapada la llevó dos años a Nueva York y luego a viajes por distintos países. "Me fui a Nueva York porque es una ciudad que te aporta muchísimo, me apetecía recargar mi persona", recuerda.

Las visitas que hacía entonces a España la llevaban a comparar ambos ambientes. "Los contrastes que veía, viviendo en Nueva York, eran grandes. Cuando venía a España todo me parecía gris, la gente cabizbaja, como la gente de 1984. Me parecía todo muy triste y el panorama musical era igual. No había nada que tuviera color y que diera un poco de vida. Ahora ya no es así. Empieza a haber gente como Rosana, que ha sido una sorpresa".

El éxito de Rosana no es una mención casual. Ana Torroja dice sentirse ella también como una cantautora en ciernes. "Aquí se mueve la música por ciclos. Cuando empezamos con Mecano había muchos grupos, después de una etapa de cantautores. Ahora ya casi no hay grupos fuertes y vuelven los cantautores. Y otra vez a las mujeres, porque aunque en los grupos de los ochenta había mujeres, ahora están arriba solas. Yo soy en este disco también cantautora, aunque no haya compuesto todas las canciones y la música. Pero mi propuesta es diferente, está más dentro del pop".

"Cuando empecé a pensar en hacer el disco yo quería hacer- algo tipo Joni Mitchel. Al final, ha dado tantas vueltas que ha terminado en esta mezcla. Lo bueno es que haya, colores en la música".

Larga gestación

La gestación de este disco ha sido larga y complicada. A lo largo de dos años ha tenido que armar una especie de puzzle con letras todas de distintos compositores (Pulgar, Txetxo Bengoechea, Donato Poveda, Pancho y Gloria Varona) y músicas de aquí y de allá (Manuel Illán, Alberto Moraga, Francis Amat). . "Éste es un proyecto que a todo el mundo le daba mucho miedo, no sé por qué", afirma ahora. "Al principio todos teníamos muchas dudas, todo el mundo se bloqueaba y tardamos en empezar"."A mí me gustaba un compositor, Jason Hart, del que he grabado do! canciones. Grabé muchas más maquetas de temas suyos, pero no a todos les gustaba. Pero es difícil que un solo compositor tenga muchos temas buenos. Me puse a buscar y he escuchado cerca de setenta antes de decidirme. Ahí te das cuenta de lo difícil que es cuando no eres tú la que escribe. Yo quería hacer algo muy mío. Pero el resultado es ciento por ciento de mi gusto".

"Lo más coherente en este disco es el sonido", reflexiona. "Pero las canciones son de su padre y de su madre. La vida es un poco así, llena decolores distintos. Como dice el título, se trataba de marcar el terreno con los Puntos cardinales".

El norte que se ha puesto es claro: "Primero, voy a defender a muerte este disco. Pero después me gustaría llegar a componer". En este disco incluye dos letras suyas y una adaptación al castellano de un tema en inglés. "Me ha gustado mucho hacerlo y, además, me parece bonito que haya algo más que mi voz en el disco". De momento no va hacer actuaciones hasta el próximo año. Lejos de verse a sí misma como una cantautora inmóvil con su guitarra, Ana Torroja quiere "un espectáculo dinámico, con mucha energía". "A mí me gusta mucho bailar, soy incapaz de estar quieta", dice. El tiempo ha pasado y las fotos de esa cantante saltarina con la que se identificaban las adolescentes ha dado lugar a una mujer de 37 años, delgada aunque quizá con algunas formas más redondeadas, unos labios más carnosos y ya sin ese lunar coqueto junto a la boca. "Nunca me gustó", dice. Los años pasan y, sin embargo, cuando se le menciona la tan cacareada vuelta de Mecano, Ana Torroja no duda de que sea posible y se siente capaz de volver a ser la cantante y bailarina de aquellos años. "No hemos concretado nada, pero estamos hablando de ello".

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