Lisa Stansfield se considera "un comodín musical" entre varios estilos

La cantante británica Lisa Stansfield ha bautizado su cuarto álbum con su propio nombre. Sentada en la habitación de un hotel madrileño, tomando una cerveza a las cinco de la tarde y fumando con despreocupación, Stansfield cuenta que en este disco ha tratado de explorar de modo más profundo su vena rhythm and blues: "Hay muchas influencias de la música negra americana en mi estilo de cantar, debido a que es lo que he escuchado a lo largo de toda mi vida. Es normal comenzar imitando aquello que se escucha".

Producido por su inseparable socio lan Devaney, este disco posee todas las características que hacen del sonido de su autora algo identificable a la primera escucha. Sin embargo, Lisa Stansfield niega que sea continuista de algo o bien que ella se esté repitiendo: "En él se pueden encontrar muchas cosas nuevas. En todos mis discos ha habido siempre soul y rhythm and blues, pero estos géneros siempre han quedado en un segundo plano, debido a que se resaltaba más mi lado pop. En éste, sin embargo, mi intención fue introducirme más y más descaradamente en el terreno de los sonidos negros". No obstante, la intérprete y compositora no desea ser. catalogada como una cantante de un solo estilo: "No sabría cómo etiquetarme. Prefiero verme a mí misma como una especie de comodín musical".Stansfield saltó a la fama a finales de la década pasada gracias a una canción que resultó todo un feliz hallazgo comercial: All around the world. Su autora lo reconoce: "Sin lugar a dudas, mi carrera le debe mucho a esa canción. Es la que más veces he oído, la que más me han pedido, la que más he cantado... Es el tema con el que me di a conocer y con el que el público aprendió a identificar mi voz". No obstante, otro gran empujón a esa imparable carrera se lo propinó su participación en la banda sonora original del filme El guardaespaldas. Lisa Stansfield lo recuerda, sin recuperarse aún del asombro: "En esto del cine, siempre te suele venir un director o un productor a pedirte alguna canción para su película, y tú sueles aceptar, pensando que da lo mismo, porque las bandas sonoras no suelen vender mucho. Sin embargo, la de El guardaespaldas vendió 30 millones de discos. Yo tardé en grabar mi canción sólo una hora y media. Fue increíble. Como si me hubiese tocado la lotería".

Stansfield, que llevaba cuatro años sin publicar un disco nuevo, se ha tomado esta producción de un modo mucho más reposado de lo que suele ser norma en el mundo del pop: "Hemos tenido mucho tiempo. Lo hemos hecho en Dublín, en el estudio que tengo en mi casa. Cuando lo empezaba pensé: "¿Qué es lo que quiero hacer?" Me planteé un montón de cuestiones fundamentales para mi carrera y al final decidí que ésta era la música que siempre había querido hacer. La que en realidad me gusta. Reconocer esto y tenerlo claro me ha llenado de una energía muy positiva".

Baladas

El álbum combina ritmos de funk elegante al modo de Barry White, con el que Stansfield grabó a dúo en una ocasión All around the world y del que ha registrado ahora el tema Never never give me up, con pasajes musicales más confortables para ella, como son los temas lentos y románticos: "Pienso que se me dan mejor las baladas. Me gusta sentir esa clase de emoción. La verdad es que, al terminar un disco, uno siempre desea no volver a escuchar lo que ha grabado en una buena temporada; pero creo que, con el paso del tiempo, mi canción favorita va a ser Don't cry for me. Sin embargo, es probable que se hagan más populares las que son más bailables, Never never give me up y The line".Acerca del vídeo del primer single, en el que puede admirársela completamente desnuda vagando por las calles de Dublín, Lisa Stansfield sonríe al afirmar, dando por concluido el tema: "Como experiencia sólo recuerdo que hacía un frío horrible. Aunque en el vídeo no se vea, porque está muy bien hecho, estaba lloviendo y terminé empapada".