Seis muertos por la erupción de un volcán en una isla británica del Caribe oriental
Al menos seis personas han muerto y otras cinco han resultado gravemente heridas tras la erupción, el pasado miércoles, del volcán Soufriere en la isla de Montserrat, colonia británica en el Caribe oriental. El incidente provocó el desprendimiento de parte del cráter del volcán, situado al sur de la isla. Trece personas fueron rescatadas con vida del área destruida. El Gobierno mantiene por el momento el aeropuerto cerrado.Las autoridades gubernamentales indicaron que siete aldeas del área están afectadas y dos de ellas han quedado totalmente devastadas. Los fallecidos, que no fueron identificados de inmediato, son las primeras víctimas del volcán desde que cobró vida en forma de una lluvia de cenizas, rocas y humo el 18 de julio de 1995, terminando así con un periodo de inactividad de casi cuatro siglos.
Varios agricultores de la zona habían sido dados por desaparecidos, mientras continuaban las labores de rescate y se coordinaba ayuda desde Barbados, confirmaron el jueves funcionarios del Gobierno de la isla. Las autoridades han exhortado a la población a prepararse para evacuar la capital Plymouth. A las 13 personas rescatadas se suman las 19 salvadas el mismo día de la erupción. Algunas sufren graves quemaduras.
El volcán, situado en el sur de la isla donde habitaban unos 8.000 habitantes el día del suceso, entró en erupción entre las cuatro y las seis de la tarde del miércoles cubriendo gran parte de la isla con cenizas, gases y rocas. La mitad de la población ha sido desalojada hacia el norte, el área más segura de la isla según los científicos. De quince a veinte personas permanecen aún desaparecidas.El Reino Unido anunció la semana pasada que concederá cerca de 1,6 millones de dólares (232 millones de pesetas) a la isla de Montserrat, como ayuda de emergencia. La secretaria de Estado de Puerto Rico ha ofrecido el apoyo de su país. Marineros de un barco de la flota real holandesa ayudan en la búsqueda de víctimas.
Plymouth es una de las áreas más afectadas por el volcán, ya que los tejados de muchos de sus edificios se han derrumbado por el peso de las cenizas, lo que hizo que la ciudad fuera evacuada en abril del pasado año.
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