Rusia se inclina por no abandonar la 'Mir' pese al grave choque espacial del miércoles
Los tripulantes no pueden ejercitarse y deben moverse poco para ahorrar oxígeno
Sitiados por la escasez de energía eléctrica y la falta de medios para reparar los efectos del choque, el miércoles, con una nave de carga, los tres tripulantes de la estación orbital rusa Mir se enfrentaban ayer a duras condiciones de vida tras la tensión vivida. Han recibido instrucciones de no hacer sus ejercicios habituales y moverse poco, con el fin de ahorrar oxígeno. La comisión ruso-estadounídense que estudió ayer el plan de acción en Moscú decidió mandar dentro de unos 10 días una nave de carga con los equipos necesarios para intentar la reparación de los daños.
El choque de la nave de carga Progress M-34 con el módulo Spektr, de 12 metros de longitud, el primer accidente de tráfico ocurrido en el espacio, dejó un agujero redondo, de varios centímetros de diámetro, que provocó la pérdida de presión en el módulo e hizo que hubiera que clausurarlo urgentemente, y rompió un panel solar.La Mir ayer fue reorientada hacia el Sol -algo sumamente necesario después de que la clausura del módulo tras el accidente dejara desconectados cuatro grandes paneles solares y privara a la estación orbital de un 30% de la energía-, pero aún así los astronautas se vieron obligados a economizar electricidad, para lo cual desconectaron varios sistemas y permanecieron en condiciones de baja iluminación.
El accidente se produjo cuando la M-34 fue desacoplada manualmente para dejar el lugar libre a la M-35, que debía partir hoy y ha sido retrasada al menos 10 días, y se la estaba guiando a su nuevo lugar de aparcamiento. Los ejercicios que comúnmente hacen los cosmonautas para combatir los efectos de la ingravidez -durante los cuales se consume mucho oxígeno- han sido suspendidos, al igual que todos los experimentos que estaban realizando. Si no hay energía eléctrica suficiente para los experimentos, permanecer en la Mir dejaría de tener sentido.
Emergencia
La presión en la Mir ha sido restablecida después del escape de aire producido por el choque, y, a juzgar por las conversaciones mantenidas ayer con el Centro de Dirección del Vuelo, los cosmonautas se sienten bien y con la moral alta. Sin embargo, en caso de que se produzca una gran bajada de la presión -tres cuartos de la actual-, la tripulación será evacuada en la nave de salvamento Soyuz, que permanece siempre acoplada a la estación orbital para que en caso de emergencia los astronautas puedan regresar a la Tierra, explicó ayer Yuri Kóptev, el jefe de la Agencia Espacial de Rusia.Actualmente en la Mir se encuentran dos rusos -Vasili Tsiblíyev, comandante de la tripulación, y Alexandr Lazutkin- y un estadounidense, Michael Foale. Este último es el que ha sufrido más las consecuencias del choque: no sólo su laboratorio se encontraba en el Spektr, hoy bloqueado, sino que allí también dormía. Así es que Foale ha perdido su dormitorio, sus efectos personales y sus equipos científicos. [Ayer, Foale pidió que le enviaran desde Tierra un cepillo de dientes, tres tubos de dentrífico y unas zapatillas de deporte, informa AFP.]
Además, en el módulo averiado se encontraba mas de la mitad de los equipos científicos que los norteamericanos tenían en la Mir, lo que explica que Estados Unidos esté sumamente preocupado por el lema, además de por la seguridad de su astronauta. Debido a la deshermetización del módulo, lo más probable es que todos los equipos que allí había sean ahora inservibles.
[La colisión ha provocado una gran alarma entre la clase política de Estados Unidos, a pesar de la tranquilidad mostrada por los técnicos, informa NYT. "Yo no puedo quedarme tranquilamente cuando sucede accidente tras accidente mientras continuamos planificando la siguiente misión del transbordador a la Mir, esperando, aunque no nos lo creamos realmente, que la misión tendrá éxito sin que pase algo que ponga en peligro la vida de los tripulantes", aseguró ayer James Sensebrenner, representante republicano que preside la Comisión de Ciencia de la Cámara de Representantes.]
Dificil acoplamiento
Los dolores de cabeza no habrán terminado para los astronautas con el lanzamiento de la nueva nave de carga con los materiales para la reparación del módulo; el problema más grave y la mayor incógnita será el acoplamiento. Este, según los expertos, será muy complicado debido a la baja energía de la Mir. A ello hay que agregar que últimamente, sin que existiera esta dificultad adicional, varios acoplamientos han fracasado.Si se consigue acoplar la nave de carga, lo más probable es que los tripulantes hagan un paseo interno en la estación y se introduzcan con los trajes espaciales en el módulo clausurado para evaluar los daños e intentar repararlos, de forma similar a como se actuaría en compartimentos estancos de un submarino.
A pesar de las dificultades, los rusos han decidido hacer todo lo posible para restablecer el funcionamiento normal de la Mir, lanzada en 1986 y la única estación orbital habitada que existe actualmente en el mundo.
Si se deshabitara, estaría en peligro de caer a la Tierra en un plazo más o menos largo, con peligro para las zonas habitadas, dado su gran tamaño.
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