Solà alerta de la falta de garantías de las universidades de Ávila y Murcia

El presidente de los rectores españoles, Carles Solá, rector de la Autónoma de Barcelona, expresó ayer su "estupor" por la iniciativa de los obispos de Ávila y Cartagena (con jurisdicción sobre la Comunidad de Murcia) de crear en sus diócesis sendas universidades católicas al margen de la normativa general: "Es lamentable que haya que acogerse a un anacronismo extraordinario, como un tratado internacional con la Santa Sede, para intentar eludir las garantías de calidad y las normas universitarias".La Universidad Católica de Ávila ha sido creada por el anterior obispo, Antonio Cañizares, posteriormente nombrado arzobispo de Granada. El nuevo obispo, Adolfo González Montes, ha declarado que asume el proyecto, aunque deberá analizar en qué medida es viable. La Católica de Murcia ha sido creada por el obispo de Cartagena, Javier Azagra. Los responsables de ambas universidades rechazan que se les aplique la Ley de Reforma Universitaria y el real decreto de requisitos mínimos.

Según Carles Solà, "la creación de las universidades católicas en Ávila y en Murcia pondría a la Iglesia en el mismo lado de las llamadas franquicias universitarias [establecimientos concertados con universidades extranjeras de tercera fila], denunciadas en muchos países como un fraude". "La documentación de estos proyectos que hemos analizado no se sostiene ni como proyecto ni, en muchos casos, como planes de estudio", añadió.

Manuel Gala, rector de Alcalá de Henares, se preguntó qué aportan al sistema unas universidades no rentables e innecesarias desde el punto de vista de la formación. Gala señaló que estos centros pueden acabar "colgándose del sector público" y contribuyendo a la precariedad financiera de otras universidades.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Elías Yanes, no quiso hacer ayer ningún comentario sobre el caso.