Triunfó Andy Cartagena
De cuando en cuando es necesario concederle vacaciones a la tragedia. Después de mucha emoción seguida viene que ni pintado un buen rato de fiestecilla ligera. Lo agradecieron los ancianos metidos en jarana y lo gozaron los toreros.Sólo el rejoneador Andy Cartagena consiguió abrir la puerta grande. La espectacularidad y heterodoxia a la que nos tenía habituados su tío Ginés, deleitó al festero respetable, así como la impecable doma de sus caballos. Cartagena se topó con dos colaboradores ejemplares de Bohórquez y gracias a su buen hacer, salió revalorizado de Las Ventas. Los vejetes aplaudían con frenesí a Cristina Sánchez, la piropeaban con endiablado ímpetu. Hasta el punto que un revolcón que se llevó vino a ser como una falta de educación cometida por el torito mocho.
Alcurrucén / Cristina, Cartagena
Cuatro novillos desmochados para festival, de Alcurrucén, flojos. Y dos despuntados para rejoneo de Fermín Bohórquez, encastados y nobles.Cristina Sánchez: aviso y silencio; silencio; aviso y silencio; silencio. El rejoneador Andy Cartagena: oreja y oreja; salió por la puerta grande. Asistió la Condesa de Barcelona, a quien cada torero brindó su primer novillo. Plaza de Las Ventas, 23 de junio. Festival de ANDE para la tercera edad. Lleno.
La actuación de la torera, que no llegó a acoplarse con ninguno de los ejemplares que le cupieron en suerte, no pasó de voluntariosa. No consiguió templar la embestida de los flojos novillos de Alcurrucén, que tenían sus defensas atrozmente cercenadas, y sufrió varios desarmes.
Lo de ayer fue un sainete de la tauromaquia. Tampoco se prometía al público otra cosa. Por eso nadie se enfadó y todos aplaudieron, pero sin la fiebre que premia la magia de una faena. En primer lugar porque Cristina Sánchez no la hizo (abusó del unipase y sólo pegó algún muletazo lucido en el quinto) y en segundo lugar porque dió un mitin con la espada.
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