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EL SUR, CONTRA LA MARGINACIÓN

Ruiz-Gallardón se compromete a invertir en Villaverde y Usera para dignificar la zona

El Gobierno regional quiere cambiar la cara e Villaverde y Usera. Para ello utilizará, tal como las definió ayer el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, "medidas quirúrgicas". Ruiz-Gallardón se comprometió ante representantes, de seis asociaciones vecinales a crear el Plan Integral de Inversiones le Villaverde. En este proyecto, que ha surgido al hilo ole las intensas y recientes protestas vecinales contra el tráfico de droga en el distrito, pretende regenerar el tejido social y económico de esta zona del sur de Madrid. El presidente prometió, además, medidas de choque que entrarán en vigor en breve.

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"Yo creo en Villaverde y en la posibilidad de su recuperación socioeconómica y de su calidad de vida. Estoy absolutamente convencido del futuro de este distrito, que empieza a ver cómo aquellos otros municipios que están al sur han conseguido una serie de equipamientos e inversiones que ahora nos demandan", señaló el presidente regionalCon este espíritu, Ruiz-Gallardón anunció un plan de inversiones para el barrio que será coordinado por las administraciones central, autonómica y municipal. Lo dirigirá la concejal del distrito, Nieves Sáez de Adana. "Villaverde exige una actuación especial por parte de las administraciones públicas. Para conseguir estos objetivos es fundamental la coordinación de compromisos. Todas las acciones las haremos en coordinación permanente con la concejalía de distrito", indicó Ruiz-Gallardón.

Estudio previo

La elaboración de este plan vendrá precedida de un estudio en el que participarán las asociaciones de vecinos. El estudio deberá estar acabado antes del 1 de octubre. Ruiz-Gallardón anunció que pretende que los presupuestos regionales de 1998 cuenten con una partida económica para poner en marcha el proyecto. "El objetivo es la recuperación de Villaverde, un barrio solidario que durante años ha sido receptor de los realojos de población. Poreso, Madrid debe ser solidario ahora con él. Es de justicia".El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), Prisciliano Castro, avanzó ayer algunos de los acuerdos alcanzados durante la reunión con el presidente regional, que asistió acompañado del consejero de Presidencia, Jesús Pedroche; la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, -Rosa Posada; el viceconsejero de Obras Públicas, Luis Peral, y Miguel Velarde, viceconsejero de Economía y Empleo. "Ha sido una reunión dura, pero hemos logrado importantes acuerdos", manifestó Castro.

En el campo de la sanidad, la Comunidad habilitará en Villaverde y Usera cinco puntos de atención a drogodependientes, preparados para atender a unos 750 toxicómanos. También se acordó la llegada de un Isidrobús, nombre con el que se conoce un autocar que reparte jeringuillas, preservativos y da apoyo a los drogadictos sobre programas de desintoxicación.

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El Gobierno se comprometió además a desmantelar, antes del 30 de abril de 1999, el poblado de Torregrosa; a hacer lo mismo, pero sin una fecha concreta, con el de El Salobral, y a acelerar el proceso judicial de desalojo de la fábrica de Boetticher. Estos tres puntos se han convertido en lugares de tráfico de droga. Los vecinos creen que la inseguridad que se vive en el distrito se origina en estos lugares.

Por ello, Alberto Ruiz-Gallardón se ofreció para pedir al delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, más vigilancia policial. "Hay que mantener la lucha contra el narcotráfico", señaló tajante el presidente. Igualmente, adelantó que se elaborará un plan especial contra la droga en el barrio. "La situación en Villaverde es difícil y los últimos acontecimientos [las manifestaciones vecinales de las últimas fechas] lo han puesto de manifiesto", reconoció

El dirigente regional aseguró también que la Comunidad quiere abrir una Oficina de Promoción Territorial en el barrio. Su objetivo es encauzar hacia el distrito las ayudas oficiales de la Unión Europea y de las distintas consejerías del Gobierno regional. Igualmente, el Gobierno regional anunció la creación de un plan para erradicar el fracaso escolar en el distrito y la construcción de un taller educacional.

Promesas incumplidas

Las de ayer no son las primeras promesas que escuchan los vecinos de Villaverde. En 1991, el entonces comisario europeo de Medio Ambiente, Carlo Ripa di Meana, paseó por este distrito sureño y, tras comprobar su degradación, comentó que invertiría en él 4.000 millones de la Comunidad Europea. Pero el dinero nunca llegó.Un año después, el proyecto de realojar a 80 familias gitanas del poblado chabolista de Los Focos (San Blas) en un nuevo asentamiento en la carretera de San Martín de la Vega desató la caja de los truenos. Comenzó a hablarse del "malestar del sur"; es decir, del sentimiento de marginación que sentían numerosos vecinos. El Gobierno del socialista Joaquín Leguina prometió tomar cartas en el asunto y creó la Oficina de Coordinación de Actuaciones Preferentes (OCAP), que trabajaría en aspectos educativos, urbanísticos y medioambientales en los distritos periféricos.

El acuerdo era invertir 50.000 millones de pesetas en cuatro años en los ocho distritos del sureste. El dinero lo pondrían el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Gobierno central. Pero el Consistorio y la Administración del Estado se desmarcaron y la OCAP nunca llegó a gestionar los 5.000 millones regionales. Una de las primeras decisiones del Gobierno de Ruiz-Gallardón fue eliminar esa oficina del sur.

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