Yeltsin no estará en la cumbre de Madrid

Ya es oficial: el presidente ruso, Borís Yeltsin, no acudirá a Madrid a la cumbre de la OTAN en julio. Así lo dijo ayer en una entrevista concedida a periodistas representantes del G-8 -hasta hoy, G-7- horas antes de partir con destino a Denver.La noticia se esperaba: en vísperas de la reunión de París del 27 de mayo, Yeltsin insinuó que no iría a Madrid. La razón es muy sencilla: la firma del Acta Fundacional con la OTAN, por parte de Moscú, no significa que el Kremlin apruebe la ampliación de la Alianza Atlántica. Por el contrario, Rusia sigue estando en contra de la inminente ampliación y, por tanto, sería absurdo que estuviera presente en una cumbre destinada precisamente a concretar la expansión del bloque militar occidental. Rusia considera que la ampliación de la OTAN es una amenaza para su seguridad nacional y que el documento firmado en París minimiza esta amenaza, pero no la hace desaparecer del todo. Además, el Kremlin se opone categóricamente a que la Alianza se amplíe en el futuro a los países que antes formaban parte de la Unión Soviética, concretamente a Estonia, Letonia y Lituania, que arden en deseos de entrar en la OTAN.

La negativa de Yeltsin de acudir a Madrid en julio fue muy diplomática: "Resolvimos que teníamos que hacer una pequeña pausa después de la firma del Acta Rusia-OTAN", explicó el líder ruso, agregando que confiaba en que esta decisión "no debe tener consecuencias negativas en las relaciones de Rusia con otros países".

Yeltsin viajó a Denver a la reunión con los países más industrializados del mundo a pe sar de que, a juzgar por las imágenes de televisión de la en trevista concedida ayer, no se encuentra en buena forma y de que los médicos le habían recomendado que no emprendiera viajes largos. El vuelo sin escalas de Moscú a Denver dura casi trece horas.