Más de 600 detenidos en una redada francesa contra la pornografía infantil

La policía francesa lanzó ayer una nueva operación de grandes dimensiones contra la pederastia, la cuarta en un año y la mayor de toda la historia. Unos, 2.500 gendarmes detuvieron a más 600 personas. El objetivo era interrogar a casi 1.000 sospechosos. Aunque algunos de los detenidos eran presuntos violadores de niños, en la mayoría de los casos se trataba de clientes de una red de distribución de películas pornográficas protagonizadas por menores y filmadas en Colombia. Los miembros de la red, dirigida por un neonazi y desarticulada en 1996, son juzgados esta semana en París.La gran operación de ayer fue dirigida por la juez de instrucción Christine Parguel, de Macon (Borgoña). Parguel empezó a prepararla en abril de 1996, a partir de la desarticulación de la red Toro Bravo. Durante la detención de los organizadores y clientes de Toro Bravo, una trama que rodaba películas en Colombia y las distribuía en Francia, fueron incautados filmes adquiridos en países como España y Polonia. Se reconstituyó un nuevo fichero de 814 domicilios que recibían esa pornografía, y ayer fueron registrados. Entre los cientos de personas detenidas figuran religiosos, profesores, un político local y un cirujano. Anoche era interrogado un hombre que poseía vídeos en los que se le veía violando a cuatro niños.

Los resultados de Ado 71, nombre de código de la operación de la juez Parguel, se conocerán en unas semanas, cuando hayan sido interrogados todos los detenidos, visionadas las películas y averiguada la procedencia del material. Se cree, sin embargo, que las acusaciones que se derivarán serán inferiores a las de Toro Bravo. Ado 71 apunta a usuarios de pornografía infantil, mientras Toro Bravo permitió detener a usuarios, pero también a productores y distribuidores.El juicio contra la red Toro Bravo comenzó el lunes en París, con 72 personas en el banquillo. Los principales acusados son Jean-Manuel Vuillaume, de 46 años y dueño de un negocio de prostitución en Bogotá (Colombia), y Michel Caignet, de 42 años, un antiguo dirigente de grupúsculos neonazis y propietario de varias revistas para homosexuales en Francia. Vuillaume rodaba las películas y Caignet las distribuía.Michel Caignet fue uno de los dirigentes de la Federación de Acción Nacional y Europea, un grupo neonazi y antisemita ilegalizado en 1980. Al año siguiente creó los Fascios Nacionalistas Europeos y, tras un atentado contra una sinagoga parisina con el que no tuvo relación directa, fue objeto de represalia por parte de un comando judío que le arrojó vitriolo en la cara. Caignet quedó desfigurado y sufre desde entonces dificultades para hablar.