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Nueve encapuchados propinan una brutal paliza a un 'ertzaina' cuando salía de un bar en Hernani

Aurora Intxausti

Un ertzaina de 26 años resultó herido grave en la madrugada de ayer al ser pateado y golpeado con palos y objetos contundentes por nueve encapuchados en el barrio Ereñozu de Hernani (Guipúzcoa). El agente, libre de servicio, fue hospitalizado con traumatismo craneoencefálico, fracturas en tres huesos de las manos y diversas contusiones. Poco antes, en Bermeo (Vizcaya), tres vehículos, uno de ellos de un policía vasco, eran completamente destruidos por un cóctel mólotov.

El apaleamiento del ertzaina se produjo a las 4.10 horas cuando abandonaba un bar ubicado en la plaza de Ereñozu. El policía se despistó de la cuadrilla de amigos con los que estaba participando en las fiestas de San Antonio y fue sorprendido por nueve individuos con los rostros cubiertos, quienes provistos de palos y objetos contundentes le golpearon repetidamente. Los agresores huyeron cuando los acompañantes del ertzaina se percataron de lo que estaba ocurriendo y fueron a socorrerle. Patrullas de la Ertzaintza se trasladaron a Ereñozu a los pocos minutos del suceso, pero no lograron detener a ninguno de los encapuchados.El agente de la Policía Vasca, cuya identidad no ha sido facilitada por el departamento de Interior, sufre traumatismo craneoencefálico, con puntos de sutura, y heridas en diferentes partes del cuerpo: fractura de dos huesos de la mano izquierda y otro de la derecha y contusiones en el tórax , la espalda, los hombros y un tobillo. Pese a la gravedad del ataque, el departamento de prensa de la Ertzaintza en Guipúzcoa le restaba importancia razonando que "sucesos como éste ocurren cada fin de semana".

El policía está destinado en una comisaría de Guipúzcoa y reside en San Sebastián, y todo indica que fue reconocido por sus agresores como agente de la Ertzaintza pese a que ni es de Hernani ni ha trabajando en la comisaría de esta localidad.

No es la primera vez que sucede algo parecido en Hernani. Ésta es la segunda localidad guipuzcoana en donde los comandos Y de apoyo a ETA se emplean más a fondo. Los datos aportados por Luis Navajas, fiscal jefe de la Audiencia de San Sebastián, revelan que en 1996 en este municipio se produjeron 46 actos de sabotaje, 38 en Rentería y 86 en San Sebastián. Estas tres localidades guipuzcoanas conforman lo que Navajas llama el "triángulo de la violencia" de esta provincia y acaparan el 36,3% de los sabotajes registrados en Guipúzcoa.

El alcalde de Hernani, José Antonio Rekondo, de Eusko Alkartasuna (EA), y numerosos concejales del PNV y del Partido Socialista de Euskadi han sido objetivo prioritario de insultos y amenazas de los radicales. Los protagonistas de actos delictivos como la paliza que dejó ayer malherido al ertzaina responden al perfil de jóvenes varones entre 14 y 25 años, agrupados en grupúsculos cada vez mejor organizados, formados por una chavalería convertida en "carne de cañón" y en "víctimas de sus propios mandos organizadores", según Navajas.

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La agresión a Susaeta

La más brutal de las agresiones sufridas por ertzainas de paisano se produjo en las fiestas de Bilbao de agosto de 1993, cuando el agente Ander Susaeta fue golpeado y pisoteado por una veintena de personas que lo identificaron como miembro de la Policía Autonómica Vasca. Los agresores pudieron ser detenidos porque la paliza fue grabada por el dispositivo de cámaras que Interior tenía instalado en el recinto festivo para identificar a los alborotadores que anualmente participaban en la guerra de las banderas.

Los ertzainas se han visto obligados en numerosas ocasiones a sacar sus armas reglamentarlas para evitar ser apaleados. Este mismo año dos agentes uniformados que se encontraban en el interior de la Parte Vieja donostiarra dispararon al aire al verse acorralados por un grupo de personas que pretendían agredirles.

El presidente del PP de Guipúzcoa, Ricardo Hueso, responsabilizó ayer a Herri Batasuna de la agresión al agente y le acusó de convertirse en "el mayor enemigo de la juventud vasca, utilizando las mismas técnicas de reclutamiento que las bandas mafiosas".

Hora y media antes de esta paliza, en Bermeo un grupo de saboteadores había destruido tres vehículos, uno de ellos propiedad de un ertzaina. Los vecinos escucharon una fuerte explosión y posteriormente vieron arder los automóviles. El atentado se produjo en la calle Bizkaiburo, donde se encontraba estacionado el vehículo del policía, utilizado habitualmente por su esposa. La Ertzaintza localizó junto al lugar del sabotaje restos de una botella que, según las investigaciones policiales, había sido utilizada para preparar el artefacto incendiario.

La Policía Municipal de San Sebastián investiga también las circunstancias en que se produjo la quema, ayer, del mobiliario exterior de un bar del barrio de Gros. Ocho vecinos resultaron afectados por inhalación de humo. Entre ellos, una niña de cinco meses.

Unos desconocidos prendieron fuego, a las 4.3 5 horas, a 100 sillas y 25 mesas del bar Tendido Cinco. Las llamas alcanzaron la techumbre de los soportales y el suelo del primer piso del inmueble. Los vecinos de dos edificios fueron desalojados debido al humo que se acumuló, y tres de ellos, miembros de la misma familia, tuvieron que ser realojados en un hostal.

Ya por la tarde, a las cinco y media, efectivos de la Unidad de Desactivación de la Ertzaintza lograban desactivar en Durango (Vizcaya) un artefacto con tres kilos de explosivo que se encontraba en un solar del número 11 de la calle Antso Estegiz Zumardía. La policía había sido alertada dos horas antes por una llamada telefónica de alguien que habló en nombre de la banda terrorista ETA. A dos metros del artefacto había seis cócteles mólotov.

La víspera, en Bilbao, dos ancianos que llevaban el lazo azul fueron agredidos por los integrantes de una manifestación de Jarrai, juventudes de KAS, y tuvieron que ser atendidos en el Hospital de Cruces. El incidente se produjo cerca de la iglesia de San Antón cuando un joven de Jarra¡ se acercó hasta María Jesús L.S., de 76 años, y le arrancó el símbolo pacifista y lo arrojó a la ría. El agresor increpó a la anciana y la conminó a arrojarse al agua si quería recuperarlo.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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