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REUNIÓN DEL ECOFIN EN LUXEMBURGO

Francia acatará el Pacto de Estabilidad si se coordinan más las economías de la UE

Salvo una sorpresa de proporciones mayúsculas, los socialistas franceses se: estrenarán en el Ecofin con cierto pragmatismo: pese a las reiteradas críticas que en el pasado les mereció el Pacto de Estabilidad, hoy se declararán dispuestos a aceptarlo si éste se amplía reforzando los mecanismos previstos de coordinación de las políticas económicas de los Quince, con objeto de restar poder político al futuro Banco Central Europeo (BCE). Todo indica que ésa es la propuesta que lanzará hoy a sus colegas el ministro de Economía y Finanzas francés, Dominique Strauss-Kahn, en nombre de Lionel Jospin.

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El patio europeo no está para grandes florituras. Las buenas intenciones de los socialistas franceses mientras estaban en la oposición, incluso algunas críticas lanzadas contra la política europea durante la reciente campaña electoral, se van a convertir de inmediato en cauto pragmatismo, La Unión Europea está a una semana de la cumbre de jefes de Estado que debe cerrar la reforma del Tratado de Maastricht. El largo camino hacia el curo ha vivido ya las primeras tormentas de su tramo final.Unas tormentas no tanto monetarias cuanto políticas, que han afectado al principal motor del carro europeo: Alemania. El enfrentamiento público entre el ministro alemán de Finanzas, Theo Waigel, y el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, a propósito de la revalorización de las reservas de oro, ha puesto de relieve las dificultades de Alemania para cumplir con las condiciones de acceso al euro.

El último peinado

En este ambiente de tensión y nerviosismo generalizado, un rechazo frontal de Francia al Pacto de Estabilidad podría caer como una bomba. El pacto está ya sellado políticamente por los jefes de Estado y de Gobierno. Los ministros del Ecofin deben darle hoy el último peinado y sobre la mesa quedan pocas cosas que discutir, salvo el destino final de las multas que deberían pagar los países incumplidores. Su principal objetivo es garantizar a la población alemana que el sacrificio del marco para parir el curo no será en vano: el rigor de las finanzas públicas durante los próximos años, la disuasión del gasto público, es el eje central de ese mensaje tranquilizador. Si Francia intenta dar un giro de 180 grados a esa filosofía, la primera consecuencia sería un serio conflicto con los alemanes en un momento en que el canciller Helmut Kohl parece desbordado por los problemas económicos de su país.Esa ha sido la filosofía que los principales defensores del Pacto de Estabilidad en Francia han intentado transmitir esta semana a los nuevos gobernantes, sobre todo al primer ministro, Lionel Jospin, y al hombre fuerte de la economía, Dominique SitraussKahn. El director del Tesoro, Jean Lemièrre, y el jefe de gabinete del ministro de Finanzas, Villeroy de Galhau, se encerraron el jueves en la sede del ministerio, en Bercy, con Strauss-Kahn. Según Libération, el ministro salió convencido de que una ruptura del Pacto de Estabilidad supondría más perjuicios que beneficios.

De inmediato, Strauss Kahn y Lemièrre se trasladaron a la sede del Gobierno, en Matignon, donde se reunieron con Jospin, con el ministro de Exteriores, Hubert Védrine, y con el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pierre Moscovici. Allí nació el consenso: reabrir el pacto supondría empezar la legislatura con un triple conflicto: con el canciller Kohl, con el presidente Jacques Chirac... y con los mercados financieros.

También la Comisión Europea se ha movilizado para impedir que se presenten escenarios de crisis a corto plazo. El viernes, el comisario de Finanzas, Yves-Thibault de Silguy, se reunió con Strauss-Kahn para preparar el encuentro de los ministros de Economía de los Quince. Un encuentro nada habitual.

Máxima autoridad

Ante ese escenario, los socialistas franceses se inclinan por acatar el Pacto de Estabilidad -ya lo han dicho en privado, aunque aún no en público- pero reforzando los mecanismos de coordinación de las políticas económicas de los Quince, un eufemismo con el que se intenta restar poder político al futuro Banco Central Europeo, llamado a ser la máxima autoridad en materia de política monetaria. Esa extensión debería negociarse durante el próximo semestre y culminar en la cumbre de Luxemburgo, a finales de año. En síntesis, Francia defenderá lo que ya ha anunciado Lionel Jospin en la cumbre socialista de Malmoe: una interpretación amplia de todos los acuerdos que rodean la Unión Económica y Monetaria.Eso significa respetar el calendario de Maastricht, pero con cuatro exigencias: no a un curo sobrevalorado frente al dólar; control político del BCE a través de los ministros de Economía de los países integrantes del curo -aquí entra en juego la coordinación de las políticas económicas-; integración de los países del sur en el curo, incluida Italia; introducción del empleo como objetivo común para romper la barrera de las finanzas saneadas como único sentido de la zona curo.

El Ecofin empezó anoche con una cena informal de los ministros. No hay que ver fantasmas de crisis en ello: no es inhabitual en vísperas de un Consejo Europeo y responde, según todas las explicaciones oficiales, a problemas de agenda: la reunión anual del Banco Europeo de Inversiones (BEI) obliga a retrasar el inicio de la sesión del lunes hasta media mañana. Siempre según la versión oficial, el Pacto de Estabilidad no se debate hasta hoy, lunes. El ministro de Economía español, Rodrigo Rato, adelantó ayer su resistencia a reabrir el debate sobre los contenidos del pacto. El luxemburgués, Jean-Claude Juncker, afirmó que su gobierno se opone a cualquier revisión "porque para los países mas pequeños es una garantía de que el euro será una moneda estable".

El Ecofin abordará en su sesión oficial de hoy, la actualización del pro grama de convergencia de Irlanda, califica do ya por la Comisión Europea como "creíble y realista". Los ministros deben también dar su visto bueno a los informes que se presentarán el 16 y 17 de junio a la cumbre de Arristerdam. Se trata del habitual informe sobre el Empleo; el informe sobre grandes orientaciones de política económica; y los textos legales de preparación de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria: el Plan de Estabilidad, la creación del futuro Sistema Monetario Europeo (SME bis) que debe coordinar con el curo la cotización de las divisas que se que den fuera de la moneda europea, y el Estatuto jurídico del euro.Al margen de los problemas que pueda plantear Francia, el Pacto de Estabilidad está prácticamente visto para sentencia. Quedan algunas dudas sobre el destino que se tiene que dar a las multas que paguen los países incumplidores. En su dictamen previo, el Parlamento Europeo se opone a la propuesta actual de que esas multas se repartan entre los países que forman la zona euro.

[La víspera del Ecofin fue pródiga en de claraciones sobre la marcha de la economía y el calendario para la Unión Monetaria pronunciadas por los líderes europeos. El presidente español, José María Aznar, anunció que la economía española está creciendo en el segundo trimestre del año por encima del 3%, más de lo que creció en el primer trimestre y cerca de la previsión gubernamental para el conjunto del año (3,2%), según el nuevo Programa de. Convergencia. Aznar afirmó que tiene la convicción de que los españoles perciben la marcha de la economía, que se desarrolla en un "contexto favorable". Por su parte, el canciller federal alemán, Helmut Kohl, reiteró su rechazo a un posible retraso en el calendario para la entrada en vigor del euro. "Quien lo aplaza una vez, lo aplaza posiblemente para siempre", afirmó Kohl.

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