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Cebrián acusa al Gobierno de "expropiar los derechos del fútbol para dárselos a sus amigos"

Televisiones y partidos esperan que el trámite del Senado facilite el diálogoEl PSOE teme que la ley cueste dinero público, mientras el PP lo niega

La llamada ley del fútbol implica "la expropiación de unos derechos que tenía una empresa para dárselos a otra empresa de amigos del Gobierno", afirmó anoche Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA y de Canal Satélite Digital, en un debate celebrado en Antena 3. Cebrián consideró esa ley como una pieza más del proyecto gubernamental para constituir un grupo de comunicación afín, mientras el presidente de Vía Digital, Pedro Pérez, dijo que la ley sólo acaba con "el monopolio" de las empresas vinculadas a Canal Satélite. Para el diputado popular Fernando Fernández de Trocóniz, esas empresas pretendían "expoliar el fútbol a 10 millones de españoles".

Manuel Campo Vidal, presidente de Audiovisual Sport, la empresa titular de los derechos de televisión sobre la Liga española, dejó claro que no hacía falta una ley para garantizar el fútbol en abierto, que ya estaba garantizado en el país que más fútbol ofrece en abierto de toda Europa. "Más de 400 partidos se han ofrecido ya en lo que va de temporada", detalló Campo Vidal, vicepresidente también de Antena 3 Televisión. "El fútbol estaba garantizado antes de que se aprobara la ley".Juan Luis Cebrián aclaró que no hay dos plataformas digitales en España: "Existe una [Canal Satélite Digital] que emite desde enero y que cuenta ya con 80.000 abonados y otra que sólo está en proyecto". Cebrián destacó que la ley del fútbol es "una de las medidas del Gobierno en contra de empresa s de comunicación que no considera sumisas", pero sólo una de las que ha tomado, que se completan con la ley de televisión digital y con el encargo de informes para criminalizar a Sogecable. "Estamos ante un fenómeno político, de intervención del Estado, y una forma más de autoritarismo del poder; aquí se intenta demostrar que hay que hacer lo que el Gobierno mande, al margen de que sean leyes anticonstitucionales y antieuropeas".

Jordi Vilajoana, director de la Corporació Catalana de Radio y Televisió, puntualizó que los acuerdos entre las televisiones y el mundo del fútbol para autorregularse funcionaba razonablemente bien. Negó que ésta sea una guerra de intereses privados, al precisar que desde TV-3 hasta la televisión autonómica vasca o la gallega son televisiones que defienden intereses públicos y han participado del mismo acuerdo.

Doscientas motos

Vilajoana advirtió contra otras complicaciones que se desprenden de la ley en trámite, con un ejemplo muy gráfico: si doscientas televisiones locales tienen derecho a partir de ahora, en virtud de la nueva ley, a seguir la Vuelta Ciclista a su paso por Cataluña, "se va armar un buen pollo técnico con 200 motos siguiendo al pelotón".

Estos argumentos no hicieron apearse de los suyos a los representantes de los partidos que apoyan la ley. Así lo dejó claro Joxé Joan González de Txábarri (PNV), quien aseguró cosas tales como que el proyecto de ley en trámite sigue el "modelo británico".

Fernando Fernández de Trocóniz (PP) se refirió una y otra vez a una resolución del Tribunal de la Competencia de 1993 que hablaba de un monopolio en el fútbol televisado por parte de la Federación de Televisiones Autonómicas (FORTA), mientras Campo Vidal le decía: "¿Pero eso era antes, no?", y Cebrián recordaba la reciente comparecencia parlamentaria del presidente del tan aludido Tribunal, Amadeo Petitbó, quien consideró que la ley es innecesaria.

En pleno debate, el diputado del PP aseguró sin matices que las empresas que habían llegado a un acuerdo sobre los derechos del fútbol -Antena 3, TV-3 y Sogecable-, pretendían "expoliar el fútbol a 10 millones de españoles para beneficiar sus economías privadas".

Jerónimo Nieto, del PSOE, también estuvo de acuerdo en que el Gobierno ha forzado esta ley para hacerle "un traje a la medida" a Vía Digital, la empresa encabezada por Telefónica, de la que forman parte RTVE, el grupo mexicano Televisa y otros. Esta ley es "contra la libertad de empresa", dijo. "El Gobierno quiere hacerlo cueste lo que cueste. Habrá que indemnizar si se lesionan derechos; y si hay que pagar con dinero público, se utilizará ese dinero en el fútbol en lugar de otras cosas como sanidad, educación o pensiones. El proyecto de ley es una locura", aseveró.

Dos ofertas

Pedro Pérez, presidente de la plataforma encabezada por Telefónica -empresa presidida por "un amigo del Gobierno", como se le recordó en el debate- negó que la empresa que él preside sea gubernamental -"Cascos lo dijo en enero a los lectores de los periódicos", le recordó Cebrián-; y se reafirmó en que la ley es absolutamente necesaria. "Es bueno competir y que haya dos ofertas. Bienvenida cualquier ley (que acabe con un monopolio".

Paulino Rivero, de Coalición Canaria, afirmó que la clave es que se garanticen los contratos firmados para que el fútbol se mantenga sin dinero público. Inés Sabanés, de Izquierda Unida, aseguró que hubiera sido mejor no admitir a trámite esta ley, pero ya que lo fue, hay que mejorarla.

Tras un debate que en ocasiones resultó bastante tenso, algunos de los defensores de la ley -y entre ellos el diputado Fernández de Trocóniz- se mostraron abiertos a seguir mejorando el proyecto de ley Manuel Campo se congratuló de ello, pero advirtió contra la posibilidad de que "salga aún peor del Senado".

En los momentos finales del debate, que estuvo moderado por Jesús Hermida, Jerónimo Nieto, del PSOE, recomendó la supresión del polémico artículo 6 que acaba con las exclusivas en la modalidad del pago por visión, y Fernández de Trocóniz dijo que la ley mejorará.

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