Italia quiere mantener los plazos de la UEM

El Gobierno de Italia, el país que más dificultades encuentra, después de Grecia, para incorporarse al euro, se mostró ayer absolutamente contrario a un eventual aplazamiento de la creación de la moneda única europea, ya que dicho retraso sería "perjudicial para todos", según afirmó el ministro del Tesoro, Carlo Azeglio Ciampi. Algo menos tajante, el primer ministro, Romano Prodi, señaló que la decisión pertinente la tomarán los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea, y no los gobernadores de los bancos centrales.Para Ciampi , el aplazamiento de la Unión Económica y Monetaria (UEM) frustraría "los esfuerzos realizados por todos los países", con el resultado de que "la inflación ha quedado ya erradicada". No parece totalmente de acuerdo con esta apreciación el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, que, inteviniendo ayer ante la junta general de la entidad, afirmó que "no han sido totalmente apagados los focos de inflación".

Fazio alabó, sin embargo, los esfuerzos de saneamiento realizados por el Gobierno de Romano Prodi, incluido el programa económico trienial recién aprobado, y sostuvo incluso que hay condiciones para una ulterior rebaja del tipo de interés. El gobernador señaló también que la situación del desempleo en Italia es "dramática". En 1996, la tasa de paro oficial alcanzó el 12,1%, aunque hay dos millones de trabajadores clandestinos, según el gobernador. Fazio considera que esta gran cantidad de trabajo ilegal y no reglado provoca "grandes riesgos" para los trabajadores y "hace disminuir la eficacia de la economía entera".