Corrida remendada y un Ponce templado

Una corrida remendada con toros de tres hierros vimos en Aranjuez. Tarde en la que lució el sol, aunque hubo nubes entreveradas y unas gotas de lluvia en el segundo de la tarde. Y dos faenas templadas de Enrique Ponce, que tuvo el lote más favorable y lo supo aprovechar con buenas maneras y torería.En su primero Ponce toreó casi como de salón ante un noblito toro que apenas molestaba. Hubo toreo suave por ambas manos pero se centró más a la hora de manejar la diestra. Consiguió una serie estimable de naturales en los que se ayudó con la espada simulada.

En el quinto fue donde pudimos ver la faena más lograda de la tarde. En la que si hay que poner una pega, es que se pasó de metraje y le costó entrar a matar, para prueba sonó un aviso antes de atacar y agarrar un espadazo efectivo que le valió dos orejas.

Ponce en el quinto estuvo a gusto y variado, templado y vistoso. Pisó la arena con seguridad y desgranó muletazos de casi todas las marcas. Excelentes los pases de pecho y los redondos a pies juntos acompañándose con la cintura.

José Tomás le cortó una ,oreja al tercero con una faena de pañosa en la que sobresalió su quietud y el procurar el remate del muletazo hacia dentro. Algún natural que barrió la arena tuvo aroma y su aquél de personalidad y muñeca rota. En el sexto, un mulo inválido, no hubo nada que rascar y menos que procurar. Abrevió y se fue pronto a por la espada, la cual se le resistió.

Sin premio

Litri se esforzó en su primero en una faena gris y muy escueta de ideas, en la que apenas se anota un natural limpio.Sin embargo, en el cuarto se lució en los lances de recibo, tras una larga cambiada y unos como delantales airosos hacia los medios, rematados con una revolera que alegró a los tendidos. En el último tercio, se marcó series de naturales y redondos de desigual catadura, y brilló más en los derechazos de mano baja. Se le fue la espada a los bajos y se quedó sin premio. En fin.