La crisis en el Laboratorio Nacional de Brookhaven amenaza su reactor de neutrones
Experimentando con estallidos de rayos de neutrones en el reactor principal en el Laboratorio Nacional de Brookhaven, Leonard F. Mausner desarrolló un isótopo radiactivo que amortigua el dolor del cáncer óseo. Pero a finales del año pasado, justo cuando empezaba a hacer progresos para utilizar el isótopo contra el cáncer, fue descubierto un escape radiactivo en un tanque de almacenamiento del laboratorio. El escándalo que siguió amenaza ahora con cerrar el reactor de forma permanente.Mausner, un químico nuclear, señaló que podría trasladar su investigación a uno u otro de los reactores experimentales similares en los Estados Unidos, pero que los recortes presupuestarios y la falta de, espacio para laboratorio probablemente le retrasarían durante años.
Recientemente, la atención pública se ha centrado en los fallos de seguridad en el labora torio, antaño orgullo de la ciencia estadounidense, cuyo contratista (una unión de universidades) fue despedido este mes después de que el Gobierno federal diera a conocer un informe según el cual el laboratorio había puesto la investigación por delante de la protección de la población. Pero estos problemas han puesto en peligro algo más que la salud de la comunidad y su confianza en el labora torio, señalan los científicos. Se ha interrumpido un gran campo de investigación, con docenas de proyectos de otros centros de investigación, en los que se incluyen la enfermedad de Lyme, el sida y la gripe, así como trabajos para hallar nuevos polímeros para absorber los derrames de petróleo, o hacer mapas de ADN, o mejorar imanes y superconductores para potencia eléctrica, viajes espaciales y transporte público.
"Es un desastre para la ciencia americana, especialmente si continúa el cierre", dice Arthur Sleight, un químico de la universidad estatal de Oregon que ha tenido que retrasar la investigación sobre cerámicas resistentes al calor y otros compuestos.
La contaminación de tritio de bajo nivel causada por un tanque que puede tener 20 años de antigüedad ha creado ansiedad entre los ciudadanos de Long Island preocupados por la seguridad de su agua potable, que procede de pozos subterráneos. En reacción a la preocupación pública y la falta de reflejos del laboratorio ante la contaminación, que fue detectada por primera vez hace 12 años, el 1 de mayo el Departamento de Energía canceló el contrato con los gestores del Brookhaven e inició un estudio que puede no completarse hasta el año que viene.
El reactor principal de Brookhaven tiene la capacidad de producir un conjunto de isótopos radiactivos para tratar a los pacientes de cáncer, pero su función principal es bombardear tejidos, aleaciones y otros materiales con intensos rayos de neutrones para crear mapas de alta resolución de partículas atómicas de forma similar a como lo hacen los rayos X. El reactor de Brookhaven, forma parte de un puñado de reactores similares, como los existentes en Grenoble (Francia) y en Tokai (Japón).
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