El fin de los monopolios fiscales facilito el acuerdo

Los Gobiernos central y vasco justifican la modificación del Concierto Económico, aprobada ayer en la Comisión Mixta del Cupo, por la Implantación del impuesto sobre las primas de seguros en la legislación española y "otras modificaciones técnicas que se hubieran producido desde su última adaptación" en 1987, consideradas "esenciales".Así lo expresa, de manera un tanto sorprendente, el preámbulo del texto suscrito ayer en Vitoria por Rodrigo Rato y Juan José Ibarretxe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, y que previsiblemente aprobará el Consejo de Ministros del próximo viernes. En él se destacan los aspectos más importantes de la modificación del régimen fiscal especial del País Vasco, pactado en 1981 y modificado por vez primera en 1987. Las novedades incorporadas ahora afectan a 31 artículos de la Ley del Concierto, una nueva disposición adicional y cuatro disposiciones transitorias.

El preámbulo invoca la disposición adicional segunda del Concierto Económico para llevar a cabo "cuantas modificaciones del referido Concierto tengan por conveniente" cuando las alteraciones en la legislación española sean consideradas "esenciales". Las modificaciones que cita el preámbulo son cuatro y están referidas a los principios de armonización fiscal y de colaboración; la exacción de los tributos que gravan los rendimientos obtenidos por los no residentes; la normativa aplicable en el IRPF, y el régimen de tributación de los grupos de sociedades.

Fin de los monopolios

El preámbulo destaca también que el artículo 41 del Estatuto de Gernika impedía la concertación de los impuestos especiales -tabacos, alcohol e hidrocarburospor ser monopolios del Estado. El texto señala a continuación que " en la actualidad, una vez desaparecidos los monopolios fiscales mediante los que se recaudaban los impuestos especiales sobre hidrocarburos y tabaco, resulta necesario proceder a la plena integración de la potestad foral, a cuyo fin se acuerda adicionar al Concierto Económico la concertación de los referidos tributos".Otra de las novedades que introduce el texto es la reducción a cuatro de las normas de armonización fiscal, frente a la decena anterior. En la nueva. redacción se dice que los territorios históricos mantendrán una "presión fiscal efectiva global equivalente a la existente en el resto del Estado" frente a la "presión fiscal efectiva global no inferior" que aparecía anteriormente. Es un mero cambio formal.

El propio texto concede en su articulado la plena capacidad normativa sobre el IRPF para el Pais Vasco. "El IRPF es un tributo concertado de normativa autónoma. Corresponderá a la diputación foral competente por razón del territorio cuando el sujeto pasivo tenga su residencia habitual en el País Vasco", dice el artículo séptimo del proyecto de ley.

El mismo artículo y el noveno extiende la tributación a las arcas de Euskadi a los no residentes en el País Vasco. "Los sujetos pasivos residentes en el extranjero tributarán por obligación real a la diputación foral competente por razón del territorio por las rentas obtenidas en dicho territorio".

Respecto al cupo, recogido en la segunda parte del texto aprobado ayer bajo la denominación "metodología de señalamiento del cupo del País Vasco para el quinquenio 1997-2001", el artículo 7 recoge el índice de imputación del 6,24%. El texto, a lo largo de diez folios, se extiende en la forma de liquidación del cupo, que tiene carácter continuista. Asimismo, se sigue aplicando la financiación de la policía autónoma por lo dispuesto en "la normativa vigente".La recaudación que obtenga el País Vasco pasará de un cupo negativo técnico de 13.000 millones a un superávit entre 113.000 millones y 114.000 millones, por su capacidad de recaudar los impuestos especiales. Los mecanismos que recoge el texto tratan de garantizar la neutralidad financiera.

El texto, una vez aprobado por el próximo Consejo de Ministros, debe ser ratificado por el Congreso y el Senado por la vía del artículo único, sin enmiendas en su tramitación legislativa. Cuenta con el respaldo previo del PP y del PNV. Los socialistas, previsiblemente, se abstendrán.

Para pulir las asperezas alegadas por los socialistas, que se quejaban de falta de información, Rodrigo Rato entregó el documento el viernes pasado a Joaquín Almunia y a Juan Manuel Eguiagaray. Éstos a su vez se han reunido con el dirigente socialista vasco Ramón Jáuregui, que pretende evitar que el PSOE vote en contra del acuerdo. El PNV y el PSE mantendrían su coalición de Gobierno en Euskadi en caso de que la postura definitiva del PSOE fuese neutral. En caso contrario, posiblemente Jáuregui adoptaría la decisión de abandonar una alianza que se ha mantenido prácticamente inalterable desde 1987. El PSOE presenta reservas a la modificación del Concierto especialmente por la plena capacidad normativa que se concede sobre el IRPF al País Vasco, así como por la cesión de los impuestos especiales, no aceptada para otras comunidades que los han demandado.