Una exposición revisa en Madrid el realismo ruso contemporáneo

La tradición de la pintura realista tiene en la Rusia rural un arraigo profundo. Los maestros de los siglos XVII al XIX (Rokotov, Levitski y Borovikovski) dejaron una herencia que ha sido conservada por los actuales pintores, que siguen las pautas marcadas por ellos tanto en la elección de los temas como en su apego riguroso al naturalismo. La exposición que se inauguró ayer en la sala Minerva del Círculo de Bellas Artes, en Madrid, presenta una selección de esta escuela a través de las obras de 14 artistas de distintas generaciones.

La exposición recoge obras de los pintores de la asociación Moskvorechye, un centenar de artistas que, a pesar de estar representados en las principales galerías y museos rusos, mantienen su voluntad de exponer en las pequeñas galerías de provincias siguiendo la tradición de los peredvizhniki, pintores ambulantes.El más veterano es Yuri Kugach (Suzdal, 1917) principal valedor de esta tendencia que, en el caso de su familia, ha continuado dando frutos a través de su hijo, Mijail Kugach, y sus nietos, Ekaterina e Iván, cuyas obras se presentan también en esta muestra.

Yuri Kugach considera que el realismo ruso está ligado íntimamente a una forma de sentir "la armonía entre hombre y naturaleza", y es muestra "de su fe en los valores espirituales del ser humano". Para él, los amplios paisajes, así como los más modestos bodegones, retratos o escenas cotidianas, tienen un valor poético que no se ha visto sujeto al vaivén de la historia política de su país.

VIadimir Kalinin, que acompaña a estos pintores en la muestra madrileña, explica que la grandeza de perspectivas de esta tendencia se basa en la idea "del pequeño hombre de Dostolevski".

"La belleza del paisaje y la profundidad del espíritu humano se reflejan en estos pintores", dice. "Se han desarrollado siempre al margen de la política, a pesar de la época en la que el realismo se impuso como forma oficial de expresión artística, porque ellos buscaron siempre el lado más optimista del espíritu humano".

El veterano Yuri Kugach ve en esta tradición una búsqueda de las raíces y alude a los maestros españoles (Velázquez, El Greco, Ribera y Goya) como grandes ejemplos para este grupo. Ocho de estos pintores están en Madrid con motivo de la exposición. "Ellos encuentran muchos lazos comunes con el arte popular español, que conserva sus rasgos más característicos", dice Kalinin.