El tabaco encarece las primas de los seguros de vida
La proporción del suplemento depende de la cantidad diaria de cigarrillos consumidos
Hacerse un seguro de vida no resulta igual para un fumador que para una persona que no fuma. Al menos en algunas compañías. De diez empresas consultadas, seis constatan aplicar un recarcargo en la prima del riesgo de fallecimiento e invalidez de sus clientes fumadores. La proporción del suplemento depende de la cantidad diaria de cigarrillos consumidos, del estado de salud, el sexo y la edad del asegurado
Las personas fumadoras pueden toparse con compañías de seguros de vida que les recargan un tanto más que a los no fumadores en las primas por fallecimiento. No existe un único patrón para todas las aseguradoras.Según la empresa, el complemento puede ser mayor o menor, obedeciendo a factores como el consumo diario de cigarrillos, la salud del cliente -sobre todo pulmonar y cardiaca-, su edad y sexo. Los últimos datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indican que esta sobreprima puede oscilar entre el 5% y el 50% de la póliza.
"A la mujer fumadora se le recarga menos que al hombre fumador, porque suele tener una esperanza de vida mayor"; "Si el asegurado fuma se le añade entre un 30% y un 50% en la cobertura de infarto"; "La prima depende del estado físico de la persona, si tiene problemas de obesidad, padece del corazón o tiene los pulmones delicados", son algunas de las respuestas obtenidas en diversas aseguradoras.
Alguna incluso dice "premiar" al no fumador con un "descuento testimonial". Según uno de los agentes de seguros consultados, "mientras que en Estados Unidos se castiga al fumador, aquí se premia al que no fuma". La relación entre seguros de vida y tabaquismo surgió en España hace apenas 10 años, a mediados de los 80, y se expandió en los 90.
Distintos perfiles
El perfil del fumador no es el mismo para todas las compañías. En algunas aseguradoras se considera fumadora a la persona que consume más de 15 cigarrillos al día; en otras, a partir de los 31.En todo, caso, siempre se confía en la buena fe del cliente a la hora de confesar sus hábitos. "No decir la verdad sólo puede ir en contra del asegurado en caso de que le ocurra algo", explica un agente de seguros.
Incluso la OCU recomienda al cliente comunicar cualquier contingencia que incremente el riesgo durante la vigencia del seguro, como el cambio a una profesión más preligrosa, o el inicio al consumo de tabaco, para evitar posibles problemas. A través de un cuestionario y un reconocimiento médicos, las compañías establecen la prima que deberá pagar el futuro asegurado. Cuanto menor sea su edad y capital, también menguarán las exigencias de la empresa.
"Las compañías son libre s de poner las polizas que deseen, siempre y cuando estén dentro de lo permitido por la Dirección General de Seguros. Es un mercado libre. No va contra la ley tener en cuenta si una persona es fumadora o no", afirman desde el Departamento de Consultas y Reclamaciones de la Dirección General de Seguros.
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