El nuevo proyecto de Tratado de la UE no incluye aún la limitación del asilo

La presidencia holandesa de la Unión Europea (UE) entregó ayer un nuevo proyecto de reforma del Tratado de la Unión, que no incluye todavía la última propuesta española para limitar el derecho de asilo. Se lo considera un tema polémico. La novedad al respecto es una cautela: la obligación de consultar al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En cambio, sí mejora el trato a Canarias y a la política social. Holanda jugó al escondite y hurtó la entrega a los periodistas de su nuevo proyecto, llamado Compilación, al que sin embargo accedió EL PAIS.El texto abarca toda la reforma, salvo los asuntos más polémicos, como la ponderación de votos en el Consejo de Ministros, el voto por mayoría cualificada, la composición exacta de la futura Comisión y el derecho de asilo. Así, no incluye todavía la pretensión española de reducir el derecho de asilo a ciudadanos comunitarios a unos supuestos muy acotados. El Gobierno realizó esa propuesta tras constatar la inviabilidad de su total supresión. Era su principal prioridad en la Conferencia Intergubernamental (CIG), pero concitó la oposición de varios socios.

Sin embargo, el documento acredita recelo por parte de la presidencia, puesto que el único párrafo añadido al anterior borrador es de cautela: "Se establecerán consultas, cuando sea oportuno, con el ACNUR, y con otras organizaciones internacionales en materias relacionadas con la política de asilo". ACNUR y Amnistía Internacional fueron, precisamente, las entidades más activas contra la supresión del derecho de asilo entre países comunitarios.

Reverso de la medalla: España ha "colocado ya en el proyecto una protección especial a las regiones ultraperiféricas: Canarias, Madeira, Azores y Territorios de Ultramar franceses. Reconoce su "situación económica y social estructural" específica, por lo que se modulará la aplicación en ellas de las políticas comunes y se les otorgarán "medidas específicas" que las beneficien. También se subrayan las "desventajas estructurales" de dichas regiones y la necesidad de un trato especial para su mejor integración en el mercado interior.

Además de estas novedades de interés para España, el nuevo documento va muy coloreado por el objetivo de una Europa social, impulsado por la victoria laborista en Londres. Las disposiciones sobre empleo siguen la línea de la cumbre de Essen.