La quiebra de la función educativa de la familia agrava la violencia juvenil
El problema de la violencia juvenil se agrava. Los crímenes o delitos entre niños de 10 y 12 años que antes aparecían como inconcebibles son ahora una realidad, según expertos reunidos ayer en un acto de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) presidido por la reina Sofía. La quiebra de la familia en su función educativa, la escasa educación escolar y el alcohol son algunas causas.
Sociólogos, psiquiatras y filósofos se reunieron ayer junto a la reina Sofía en una sesión de trabajo sobre el consumo de drogas y la violencia en los jóvenes, organizada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). Javier Elzo, sociólogo y director de Investigación en el Instituto de Deusto de Drogodependencias, puso cifras al problema: "Uno de cada 100 niños entre los 10 y 12 años es objeto de violencia sexual". Elzo se refirió a la violencia juvenil como un fenómeno nuevo. "Por ahora tenemos poca información, pero sí parece que hay profesores atemorizados dentro de las escuelas." Junto a las deficiencias del sistema de enseñanza, los expertos expresaron la necesidad de potenciar el papel educador de los padres. Luis Rojas Marcos, psiquiatra y responsable de los Hospitales Públicos de Nueva York, indicó que "hay que educar y formar a los padres para que den una buena educación emocional y afectiva a sus hijos".Elzo también criticó que la familia haya dimitido como educadora porque los papeles de madre y padre están cambiando, y traspasan la socialización primaria de los niños al sistema de enseñanza".
José Antonio Marina, filósofo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, destacó que "no sólo la droga provoca la violencia. Tanto en el consumo de alcohol y en el comportamiento violento hay una busca de emociones como solución contra el aburrimiento que los jóvenes tan mal aguantan".
El alcohol es la principal droga consumida por los jóvenes españoles. "Una de cada cuatro relaciones sexuales no deseadas entre jóvenes españoles se debe al consumo de alcohol", explicó Elzo.
Para Marina, la prevención del aumento en la violencia juvenil "debe realizarse a través de la familia, que padece actualmente una quiebra educacional, de los medios de comunicación y de la enseñanza". Marina aseguró que, "lo que no resuelva la educación tendrá que resolverlo la policía y los médicos".
