Manglano declara a Liaño que nunca despachó con González de terrorismo

Emilio Alonso Manglano, ex director del Cesid, nunca despachó con Felipe González cuando era presidente del Gobierno asuntos de terrorismo. Así lo declaró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, que instruye el caso Lasa y Zabala. Juan Alberto Perote, subordinado de Manglano, calificó de "estudio teórico de carácter interno" la llamada acta fundacional de los GAL, que él mismo elaboró en julio de 1983.

Manglano, que declaró como imputado, dijo a Gómez de Liaño que sólo mantuvo tres reuniones con Felipe González, mientras el primero era director general del Cesid y el segundo presidente del Gobierno. Dos de ellas se dedicaron a asuntos de involucionismo y la tercera, a un tema relacionado con la seguridad exterior del Estado, aclaró.Lo que sí reconoció ante el juez el antiguo jefe de los servicios secretos es que remitía a Presidencia del Gobierno notas informativas sobre terrorismo. Manglano aclaró al juez que con quien despachaba, y no con una frecuencia predeterminada, era con el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra.El coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, también declaró como imputado en el mismo sumario. Según fuentes jurídicas, Perote dijo haber elaborado, por encargo de Manglano, la llamada acta fundacional de los GAL, de 6 de julio de 1983, pero afirmó que se trataba de un "estudio teórico, especulativo e interno sobre terrorismo", que no tenía carácter ejecutivo y que se basaba además en el manual oficial redactado por el centro en 1979.

Manglano, sin embargo, aseguró desconocer la procedencia de tal documento, que no presenta las características formales de un informe del Cesid. Agregó que el servicio secreto no se dedicaba a actividades contraterroristas y no sabía ni quería investigar nada sobre la guerra sucia.

Respecto a la hoja de despacho de 28 de septiembre de 1983, en la que se advierte del inicio de acciones violentas contra ETA en el sur de Francia, Perote y Manglano mantuvieron sus discrepancias sobre el significado del acrónimo "pte", que figura en la anotación: "Me lo quedo Pte. para el viernes". Frente a la tesis de Manglano de que significa "pendiente", Perote insistió en que quería decir "presidente", pero matizó que esta convicción era puramente subjetiva y se basaba en la importancia de la información y no en que su director se lo hubiera dicho así.