Lecciones sobre la vida misma
El Consejo de la Juventud forma mediadores para resolver dudas sobre sexualidad en los institutos
No son expertos y tampoco pretenden enseñar a nadie a vivir. La tarea de los 17 chicos y chicas que esta semana se forman como mediadores en educación sexual en un curso gratuito organizado por el Consejo de la Juventud de Madrid será ayudar a los adolescentes a resolver sus dudas en estos temas. A partir del próximo curso, su tarea la desempeñarán como voluntarios en institutos de secundaria y en las asociaciones juveniles a las que pertenecen.Aida Rodríguez, técnica de salud del Consejo, explica que vieron necesario crear esta figura del mediador porque entre los chavales mayores de 14 años existe todavía mucha desinformación en asuntos relacionados con la sexualidad. Al menos los niveles de embarazos en adolescentes indican que aún existen grandes lagunas sobre anticonceptivos y sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual. "Pero, además, es importante potenciar el respeto hacia otras formas de relación como la homosexualidad y el lesbianismo o plantear que también los discapacitados tienen vida sexual", añade.
Alberto, de 24 años, miembro del Colectivo de Gays y Lesbianas (COGAM) y uno de los alumnos de este cursillo de 25 horas de duración, conoce de cerca las angustias y miedos de muchos jóvenes que descubren sus gustos homosexuales. "Les ayudamos como podemos pero después de estas clases espero saber mejor cómo hacerlo", afirma. Beatriz, de 19 años, piensa aplicar lo aprendido durante estos días en la asociación de tiempo libre con la que colabora. Marta, diplomada en trabajo social, de 22 años, cree que el curso tiene mucho que ver con sus estudios.
Para Carlos de la Cruz, monitor del curso y profesor del Instituto de Sexología, el papel de estos mediadores es tender puentes entre los adolescentes y los recursos públicos. "No se trata de decirle a una chica qué anticonceptivo debe usar, sino de facilitar que venza la vergüenza y vaya a informarse en los centros de planificación juvenil que existen", explica.
"Su tarea es fomentar el diálogo sobre estos temas, en los que suele haber mucho vacile y fantasmeo y poca comunicación real", añade De la Cruz. "Se trata también de ayudar a que cada adolescente siga su propio ritmo en el conocimiento del sexo sin esas prisas que a menudo les crean angustia", concluye.
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