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ETA mata a un guardia civil delante de su esposa

ETA asesinó anoche de un disparo en la nuca al guardia civil José Manuel García Fernández, de 43 años, en Zierbana (Vizcaya), a 20 kilómetros de Bilbao. El agente cenaba con su esposa en la barra de la marisquería El Puerto cuando, a las diez menos cuarto, un terrorista, a cara descubierta, le disparó causándole la muerte de forma instantánea. El terrorista, un hombre de complexión menuda, dudó un momento, como si ese a disparar de nuevo, pero al comprobar que su víctima se desplomaba sobre la arra, huyó apresurado, aunque tranquilamente, hacia un coche que le esperaba.

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José Manuel García Fernández, natural de San Esteban, Coaña (Asturias), estaba destinado desde 1983 en el País Vasco, concretamente en el cuartel de Sanfuentes, en Muskiz, muy cerca de Zierbana. No tenía hijos.Un testigo relató que en el momento del atentado el guardia civil, que vestía de paisano ya que estaba franco de servicio, estaba sentado en un taburete de la marisquería junto a su esposa: "Los dos tomaban algo en la barra. Yo los conocía porque venían mucho por aquí. De pronto, un joven de baja estatura se acercó por detrás y le disparó. En vez de salir corriendo, el asesino se quedó quieto, como si fuese a dispararle otra vez, pero no lo hizo al ver que el guardia se desplomaba".

Según este mismo relato, el terrorista huyó apresurado, pero tranquilo. Al salir a la calle, ordenó a algunos viandantes que se tirasen al suelo y corrió hacia un Renault 19 de color gris que le esperaba a unos 50 metros y que arrancó en dirección a Santurtzi. "Así de fácil se acaba con una vida", comentó el testigo.

El mismo testigo, que prefirió no ser identificado, dijo que no entendía cómo los terroristas se habían atrevido a cometer el atentado en aquel lugar: "Es un pueblo muy tranquilo, de unas 400 personas apenas, donde la Ertzaintza patrulla constantemente. Debían de tener todo muy bien preparado, porque llegaron mataron y salieron corriendo. ¡Qué valientes son para matar por la espalda!".

Dos horas y media después del atentado, el juez ordenaba el levantamiento del cadáver de José Manuel García Fernández. La persiana del local estaba bajada, y afuera, en los numerosos restaurantes del puerto de Zierbana, los clientes seguían cenando y tomando copas ajenos a lo que había pasado, informa Eva Larrauri. Nadie que -sin ser advertido del asesinato cometido a sangre fría horas antes- se paseara a medianoche por el puerto podría imaginarse que en el suelo de uno de esos establecimientos estaba tendido el cadáver de la última víctima mortal de ETA.

La Guardia Civil está analizando el casquillo de bala hallado en el lugar del asesinato. El Gobierno Civil baraja la posibilidad de que en el atentado hayan participado tres terroristas: el autor material, el conductor del coche que le esperaba y un tercer etarra vigilando el restaurante.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado están convencidas de que el asesinato cometido ayer es obra del nuevo comando Vizcaya de ETA, informa Pedro Gorospe. Un grupo que ha conseguido reorganizarse desde que la Ertzaintza lo desarticuló en 1994 en la localidad de Loiu.

En lo que va de año el nuevo comando Vizcaya ha cometido cinco atentados con tres agentes muertos y dos intentos fallidos. Además, el secuestro del abogado Cosme Delclaux, el pasado 11 de noviembre, evidenció que dispone de pisos e informadores.

Sin embargo, las Fuerzas de Seguridad del Estado subrayan que la mayoría de sus miembros son poco experimentados. El Cuerpo Nacional de Policía detuvo al miembro legal -no fichado- del comando Vizcaya Oscar Barrera ocho horas después del asesinato del inspector Luis Andrés Samperio, el jueves 24 de abril. Barrera atentaba en el mismo barrio en el que vivía. También fue identificado el liberado -a sueldo- Gaizka Gaztelumendi Diaz.

El atentado de ayer es eI noveno mortal que comete la banda terrorista en toda España en lo que va de año. ETA abrió 1997 asesinando en Madrid el 8 de enero al teniente coronel del Ejército de Tierra Jesús Agustín Cuesta Abril, de 49 años. Menos de un mes después, el 30 de enero, volvía a matar en San Sebastián. La víctima fue Eugenlo Olaciregi Borda, de 39 años, dependiente de una tienda de bicicletas de Oiartzun.

El 10 de febrero, un coche bomba colocado al paso de un furgón del Ejército en Granada acabó con la vida de Domingo Puente Martín, peluquero de la base militar de Armilla. El mismo día el comando Madrid asesinaba de un tiro en la nuca al magistrado Rafael Martínez Emperador.

Al día siguiente, en plenos carnavales de Tolosa (Guipúzcoa), la banda mataba de un tiro en la cabeza a Patxi Arratíbel, que actuó de mediador en el secuestro de Emiliano Revilla. El policía Modesto Rico Pasarín, asesinado el 17 de febrero en Bilbao, y el psicólogo de la cárcel de Martutene Javier Gómez Elósegui, el 11 de marzo, cierran la siniestra lista.

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