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La UE será inflexible con la seguridad laboral, afirma el comisario de Empleo

"Voy a perseguir a los Estados de la Unión Europea para que cumplan sus obligaciones en materia de seguridad en el trabajo". El rotundo anuncio lo hizo ayer Padraig Flynn, comisario de la UE para Empleo y Asuntos Sociales. Durante su primera visita a la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, instalada en Bilbao, Flynn explicó la labor que desarrollará la agencia -la segunda que correspondió a España, tras la de patentes de Alicante- para que la LE cuente con una legislación común, aún en mantillas.

"Lo que queremos es que se dén unas garantías mínimas a los trabajadores de la UE", declaró el comisario irlandés. La normativa común y la persecución de los incumplimientos a la que aludió Flynn se augura lejana. La moneda única y la ampliación de la UE a los países del Este parecen estar muy por delante en las prioridades de Bruselas.Flynn aseguró que 6.000 de los 140 millones de trabajadores de la UE mueren cada año mientras se encuentran trabajando. Otros muchos miles sufren accidentes laborales con secuelas. A partir del próximo mes de junio, a través de Internet, se pondrá en funcionamiento una red informática con terminales en los Quince que permitirá recabar información técnica, económica y científica, procedente de empresarios y sindicatos, para preparar una legislación comunitaria más eficaz en la prevención de accidentes.

Las instituciones de los países de la UE también contribuirán a la labor de recopilación de datos. Flynn señaló que espera contar a final de año con un sistema totalmente operativo. "Se necesita algún tiempo para poner la Agencia para la Seguridad y la Salud en el Trabajo en marcha", dijo el comisario. Hasta el momento, 14 personas trabajan en la sede de Bilbao. Para el mes de diciembre serán más de 20.

El proceso tropieza con numerosos obstáculos. Las directivas sobre asuntos laborales ya aprobadas por la Comisión no se trasladan a las legislaciones de los países miembros con la celeridad que Flynn desea. "Hay problemas políticos y administrativos", dijo el comisario. Aunque no precisó los países que más se resisten a adaptar sus leyes a las directivas, señaló que en España el progreso es "bueno". "El mínimo de garantías de salud y seguridad laboral trataremos de conseguirlo en los próximos años", apuntó el comisario.

Hasta la fecha, la preocupación por impulsar este apartado del capítulo social de la normativa comunitaria -auténtico tabú para países como Gran Bretaña, que quedó al margen de la Carta Social Europea- ha sido más bien escasa. "Los progresos fueron muy lentos durante años porque se acumulaban los cambios", añadió el comisario Flynn.

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