Julio Anguita propone que el Tribunal de Cuentas fiscalice los fondos públicos de los sindicatos
Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida, propuso ayer, en el coloquio posterior a una conferencia pronunciada en a Universidad Complutense, que la financiación de los sindicatos que provengan de acuerdos con el Gobierno se fije por ley y sea fiscalizada por el Tribunal de Cuentas. Anguita puso como ejemplo de fiscalización la que se lleva a cabo con los partidos políticos. En su opinión, es conveniente ver "qué hacen con el dinero que se les da". El responsable de finanzas de CC OO, José María Díaz Ropero, respondió que estas 'declaraciones estan hechas con "insidia e ignorancia".
Julio Anguita disparó con bala. Y no de fogueo. El coordinador general de Izquierda Unida planteó ayer más que una insinuación hacia el sistema de financiación de los sindicatos. Todo, dicho sea, "con muchísimo respeto". El problema es que, como el alcalde de Zalamea, Anguita es capaz de ahorcar a cualquiera, pero, eso sí, sin perderle el respeto.La fiscalización de los ingresos de los sindicatos es una manera de sembrar el germen de la duda sobre su uso. ¿A qué dinero se refería Julio Anguita? Seguramente el líder de IU no estaba hablando de los fondos que desde la firma del Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE) se incluyen en los Presupuestos Generales del Estado. Estos son fondos provenientes, como ayer él mismo decía, de un acuerdo con el Gobierno. No podía referirse a ellos porque son posiblemente las aportaciones económicas mejor fiscalizadas, al incluirse año a año en los Presupuestos Generales del Estado.
Otro dinero
Posiblemente Julio Anguita, sin decirlo, se estaba refiriendo a otro dinero. Y no es la primera vez que desde la izquierda se pone en cuestión el destino de fondos públicos. Sólo hay que recordar que el diputado José Antonio Saavedra, que abandonó IU, ya denunció que las ayudas para formación estaban siendo utilizadas por los sindicatos para fines muy distintos.
Anguita no especificó si su denuncia se refería a estos u otros fondos, pero con la excusa de desear "una financiación pública clara" el líder de IU dejó caer la sombra de la sospecha en las siempre maltrechas cuentas de las centrales obreras. No fue la única referencia que hizo a los sindicatos. También dejó caer sus críticas porque las organizaciones obreras hubieran asumido el concepto de competitividad. En opinión de Anguita, los sindicatos fallan con esta política porque eso da lugar a un "retroceso constante"- que les convierte en gestores.
No cree el dirigente de IU ni en la bondad del acuerdo ni en las buenas intenciones de los firmantes. Y en este sentido hizo notar que las últimas declaraciones del presidente de la CEOE, José María Cuevas, parecen apuntar a un avance de la precariedad laboral y, sobre todo, a un futuro en el que el despido libre será la norma.
Pero las relaciones entre IU y los sindicatos no son tan homogéneas. Víctor Ríos, coordinador de presidencia, pedía ayer que las declaraciones del coordinador general no se sacaran de contexto y no se manipularan.Para Ríos se trata de desear que la financiación sindical sea lo más transparente posible y no deben interpretarse las palabras de Anguita como una acusación de corrupción a los sindicatos.
No es eso lo que interpreta Nueva Izquierda. Juan Berga, portavoz de este partido, señalaba que "sólo la sugerencia de financiación ilegal es improcedente y antidemocrática". En esa misma línea abundó el diputado de Nueva Izquierda Ricardo Peralta, quien rechazó en un comunicado la petición de Anguita de que el tribunal de Cuentas controle los ingresos de los sindicatos. A su juicio, esa afirmación representa un "salto cualitativo", en tanto que Anguita no sólo se limita a criticar lo que hacen las centrales sindicales, sino que lanza sospechas sobre sus propias acciones. Y es que IU recibe en torno al 96% de su financiación directamente del Estado a través de las leyes electorales.
[En asuntos que no suscitan el consenso de todos los ciudadanos, "sería mucho más interesante que Su Majestad estuviera calladito porque, si no, toma partido", afirmó Anguita, que reivindicó su derecho a criticar al Rey porque "en democracia, no hay ningún tabú", informa Efe].
En la misma tarde de ayer, la presidencia federal analizaba un informe de Salvador Jové sobre la situación económica. Aunque en el texto se reconoce que hay una evidente "evolución", conviene contener la euforia para abordar los problemas de la economía real orientando la política económica hacia. la creación de empleo".
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