_
_
_
_
Reportaje:

Del discurso de la oposición a la acción de Gobierno

Como parlamentaria de la oposición, Loyola de Palacio era amiga de lanzar cañonazos contra la Administración socialista. "Canadá", decía con motivo del conflicto del fletán, "ha detenido al congelador gallego Estai, mientras el Gobierno se hallaba declarando en los juzgados de la plaza de Castilla".Llegó al ministerio hace casi un año destapando supuestos agujeros negros que nunca se comprobaron y lanzando andanadas contra el equipo anterior, al que acusó de ineficacia tanto en política nacional como en la comunitaria.

Desembarcó en Bruselas con el corazón como cartera, en plan de Agustina de Aragón. Fue la primera en decir "no pasarán" a las vacas locas inglesas y la primera en desdecirse parcialmente por exigencias del guión del Gobierno. Regaló un cesta de fresas a su colega francés en la antesala de un Consejo de Ministros, pero en la reunión no hizo alusión al problema.

Más información
Las cosas de De Palacio...

En el entorno de la ministra se alardeaba de que había sido la primera en cantar las cuarenta al comisario Franz Fischler, de haberle plantado cara en defensa de los intereses del sector olivarero. La política de enfrentamiento, sin embargo, ha tenido dudosos beneficios para España.

Política, sindicalista agraria, fundadora de una asociación de mujeres rurales, activista por naturaleza lo mismo en su cargo oficial que en el partido, lo que dudan algunos de sus interlocutores del sector agrario es que tanto movimiento sea compatible con la concentración en objetivos alcanzables.

La ministra es populista, impulsiva, mujer de gestos, agresiva en las formas en su faceta política y dialogante con el sector. En el campo se reconoce su trabajo y su capacidad de dedicación.

Está menos clara su eficacia, a la vista de los resultados y, sobre todo, de una conjunción con el equipo del ministerio que, en apariencia, no acaba de funcionar. Por su carácter e imagen de batalladora, aparenta hacer mucho más de lo que realmente hace.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_