Madrid, patas arriba
Las obras del metro, de túneles y de canalizaciones mantienen empantanadas las calles de la capital
Metro, túneles, canalizaciones y arreglos varios: zanjas, vallas y grúas por doquier. Madrid sufre desde hace meses obras por sus cuatro costados. Y las que se avecinan. La capital patas arriba se lleva inversiones por valor de al menos 87.500 millones de pesetas.Los responsables del control del tráfico del Ayuntamiento aseguran que los coches no han sufrido demasiado la proliferación de trabajos en la vía pública y sólo las obras del metro en la calle de José Abascal se convierten cada pocas semanas en una pesadilla de conductores. "Cuando hay un cambio en los cortes de carriles, se monta más lío, pero luego los conductores se acostumbran, calibran las alternativas y se agiliza un poco", explica Javier Leralta, responsable del centro del control del tráfico del Ayuntamiento de Madrid.A las obras del metro, se añaden en Chamberí las del paso subterráneo de Ríos Rosas. Estas comenzaron en marzo y durarán un año. De los 5.087 millones que cuesta la construcción de los túneles y siete aparcamientos, el Ayuntamiento aporta en principio 290 millones. El resto se sufraga con la venta de las 2.728 plazas de estacionamiento que salen a algo menos de dos millones de pesetas.
La consejería de Obras Públicas no especifica las calles que se verán afectadas en Hortaleza (hasta marzo de 1998), Vallecas y Carabanchel (junio del mismo año) por la ampliación o creación de las líneas 4,1 y 11, respectivamente. El ramal que conectará con los recintos feriales y el aeropuerto se comienza a construir ya (pese a que Renfe proyecta también un tren rápido entre. Chamartín y el aeropuerto) y afectará al Campo de las Naciones hasta junio de 1998.
Ni siquiera el corte de la calle de Bailén ha colapsado la circulación en el centro de la ciudad. "Se esperaban problemas serios y no se sabe bien por qué no ha habido nada", asegura Leralta. Misterios de la sociología automovilística.
Los sufrimientos de los usuarios se completan con los dolores de cabeza de los vecinos de las calles afectadas, el polvo y la suciedad de los paseantes y los problemas económicos de los tenderos de ciertos sitios que ven como pasan días que suman semanas que se convierten en meses sin ver entrar un alma en sus establecimientos.
Y este año se vuelve a modificar el recorrido del maratón de Madrid por las obras en la calle de Bailén, en la cava de San Miguel y en la Ciudad Universitaria. Eso sí, el Ayuntamiento promete tener la plaza de Oriente vestida y peinada para la cumbre de la OTAN que se celebra el 8 y 9 de julio.
Todo en aras del interés común. Y del afán constructor de los responsables de las administraciones, que algunos (entre ellos, altos funcionarios) atribuyen a las miras electoralistas de los políticos (construir y obrar para poder inaugurar en la antesala de las elecciones) o a las necesidades de negocio de las constructoras.
A las obras que se reseñan en estas páginas habrá que añadir a finales de año el túnel de O'Donnell bajo el que existe actualmente en la calle del doctor Esquerdo (sería un retúnel) para que puedan salir del atolladero del cruce de esas dos calles los coches que se dirijan hacia Moratalaz y la M-40. Se prevé aprobar el pliego de condiciones preceptivo en el pleno municipal del mes de junio y adjudicar la obra en otoño.
Está también previsto comenzar a finales de este año o comienzos de 1998 el puente sobre la N-VI, en la zona de El Barrial, para mejorar los accesos de Aravaca y la ampliación del paso bajo las vías del tren junto al apeadero de Entrevías.
En ese punto los coches esperan a que un semáforo dé paso a los coches en uno u otro sentido ya que sólo disponen de un carril para ambos. Para resolver el problema se construirán dos por sentido.
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