Un triunfo en Perú

La liberación de los secuestrados en la Embajada de Japón en Lima ha sido un éxito. (...) En una toma de rehenes siempre se está tentado de especular con estrategias alternativas y sus consecuencias inmediatas. Fujimori preparó dos: la negociación y el ataque. Dio a la primera una razonable oportunidad, incluyendo la oferta de una salida segura de los guerrilleros de Perú. Se tomó el tiempo necesario para hacer una meticulosa preparación y tomó la segunda alternativa. Se sugirió que actuaba fuera de un cálculo político. (...) No sólo su prestigio como presidente, sino la autoridad del Estado, estuvo bajo el reto de la alternativa que ofrecían los terroristas: la liberación de sus compañeros presos en las cárceles peruanas. (...) Una de las reformas que Fujimori tendría que tomar con urgencia, esperando obtener el reconocimiento internacional, debería ser la mejora de las notorias malas condiciones de los terroristas encarcelados en Perú.Todo el mundo le desea lo mejor a Perú y se pregunta hasta qué punto es aplicable su modelo para tratar el terrorismo. La respuesta: es aplicable hasta cierto punto, pero no completamente. Las circunstancias son muy variadas para un único modelo. Pero si no todo el terrorismo es vulnerable a un ataque armado, no debería permitírsele a ningún grupo terrorista creer que puede disfrutar indefinidamente de un salvoconducto.

25 de abril