La petición de EE UU a Israel de que 'congele' las colonias agrava la situación de Netanyahu
Sobre el acosado primer ministro derechista de Israel, Benjamín Netanyahu, comenzaron ayer a caer no muy discretas presiones estadounidenses que complican agudamente su desesperada y cada vez menos prometedora lucha por la supervivencia de su Gobierno. Según dio a conocer la radio israelí, el mediador de la Casa Blanca, Dennis Ross, propuso a Netanyahu una "congelación" de seis meses de los planes para construir nuevas colonias judías o ampliar las existentes a fin de sacar de la parálisis total el proceso de paz con los palestinos.
La propuesta de Ross -cuya verosimilitud se negaron a confirmar o desmentir funcionarios israelíes y estadounidenses-, supondría en la práctica una radical revisión del programa político básico que llevó al poder a Netanyahu hace casi un año. Por ello, difícilmente -podía haber sido más problemática e inoportuna para el primer ministro.Netanyahu, en el centro de un escándalo de corrupción sin precedentes en Israel y que podría hacerle descender desde el despacho de jefe del Gobierno a la ignominia, si no a la cárcel, comprobó ayer además que un creciente número de sus aliados son partidarios de que deje el cargo, al menos temporalmente, mientras el poder judicial determina si debe comparecer ante un tribunal por acusaciones de fraude y abuso de confianza.
Sin embargo, la primera pista de que el primer ministro podría librarse del proceso judicial la dio ayer el primer canal de la televisión estatal israelí, la misma emisora que sacó a la luz el escándalo, el pasado febrero.
Esperando a Arbel
Según el informativo de la tarde de la televisión oficial, la Fiscal del Estado, Edna Arbel, en cuyas manos se encuentra el caso, podría limitarse a criticar en un informe la actitud de Netanyahu, pero no aceptar la recomendación policial para que se le procese. Arbel dará a conocer su decisión hoy por la noche, aunque otras fuentes la retrasan hasta el próximo jueves.
El escándalo estalló en enero pasado, cuando Ayala Hasson, una joven reportera de sucesos del primer canal de la televisión israelí acusó a Netanyahu de sucumbir a un chantaje político del líder del partido religioso Shaas, Arieh Deri. De ahí salió el nombramiento de Ronny Bar-On, un oscuro abogado de Jerusalén, para el puesto de asesor legal del Gobierno. Bar-On, dado a los juegos de azar, era considerado "uno de los muchachos" dentro del sistema en el poder. Pero sobre todo prometía convertirse en prenda de garantía para que la justicia dejara en paz a Deri, que es acusado de corrupción.Bar-On duró poco en el cargo. Indignados por su incompetencia profesional, ministros, parlamentarios y jueces pidieron -y consiguieron- su dimisión en 24 horas. Según la radio israelí, la fiscal Arbel ya ha tomado una decisión, y ésta, dijo ayer, es idéntica a la del actual asesor jurídico del Gobierno, el respetado abogado Eliakim Rubinstein, que en 1991 fue uno de los delegados israelíes de mayor nivel en la Conferencia de Paz en Madrid. Arbel y Rubinstein se reunieron todo el día en un lugar secreto de Jerusalén para estudiar los próximos pasos.
La abogada, una rubia de 53 años, en cuyas manos está el futuro político del primer ministro israelí, goza de una reputación de tenacidad y coraje. "No puedo decir que las amenazas me impresionen", dijo hace poco en una rara entrevista concedida a una publicación judicial.
Cuando Arbel trabajaba como fiscal en Tel Aviv hace 26 años, un delincuente al que procesaba le disparó un balazo en la pierna.
Netanyahu, que la noche del jueves juró que no abandonaría el cargo incluso si es procesado y prometió triunfalmente ante una reunión de su partido, el Likud, en Tel Aviv que será él el líder que conduzca a Israel hacia el siglo XXI, posiblemente obtendrá -un panorama más claro de lo que se proponen la policía y la justicia al caer del sol hoy.
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