Los adivinos del aire
Un equipo de la Politécnica crea un programa que predice con cinco días la contaminación
Del hombre del tiempo al hombre de la contaminación. Alumnos y profesores de Informática de la Politécnica han elaborado un programa capaz de predecir la contaminación con varios días de anticipación.Tras cuatro años de investigaciones, un equipo formado por 25 personas (químicos, físicos, geólogos, biólogos e informáticos) han dado con un potente sistema informático capaz de analizar y anticipar los índices de polución atmosférica, así como las posibles causas que influyen en la calidad del aire.
Este programa, denominado ANA y basado en dos modelos de origen, americano y alemán, ha interesado al Ayuntamiento de Madrid, que ha mandado a varios técnicos a la universidad para conocerlo. Según apunta el máximo responsable del sistema, Roberto San José, el Ayuntamiento tiene previsto pronosticar e informar, según dicta una normativa de la Unión Europea, la polución antes de que finalice el año. Para ello, la UE ha aportado al Área de Medio Ambiente 800 millones de los 1.000 millones que costará el plan.
Para que el sistema pueda dar el veredicto final, cuenta San José, hay que introducir en la base de datos el tipo de emisiones que hay en la región: las antropogénicas, originadas por el hombre, y las biogénicas, que ocasiona la propia naturaleza. Aquí se incluye uno de los elementos que más contamina el aire: los árboles.
"Es necesario elaborar un mapa de los usos del suelo, y ver qué tipo de árboles hay, si tienen hoja perenne o caduca. Es curioso, pero, en contra de lo que parece, en Madrid, la mayoría de los focos de contaminación se encuentran en las zonas donde más árboles hay", explica el responsable del invento.
Y apunta un dato más: según un análisis efectuado el 15 de agosto de 1996, la emisión contaminante de los árboles de Madrid era tres veces superior a la emisiones producidas por el hombre (tráfico, chimeneas, aire acondicionado, fábricas). Los árboles emiten, especialmente al mediodía, isopreno, un compuesto orgánico volátil contaminante. Uno de los peores, según el estudio elaborado en la Politécnica, es el pino piñonero, seguido del chopo. El árbol que menos contamina es el castaño. "Estos datos deberían tenerse en cuentaa la hora de, pronosticar y diseñar nuevas urbanizaciones o espacios verdes", añade San José. Para que funcione, al programa informático hay que alimentarlo además con los datos sobre las emisiones del hombre y las previsiones meteorológicas. Y añade San José: "Esto es como una coctelera, que admite todo tipo de ingredientes. Luego se agitan, es decir, se hacen las operaciones matemáticas, y salen los resultados", asegura el responsable del proyecto.
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