El Vaticano renuncia a crear una provincia vasco-navarra para limar tensiones políticas

El nuncio apostólico de la Santa Sede en España, el húngaro Lajos Kada, ha echado por tierra la iniciativa de poner en marcha una reorganización territorial de las diócesis vascas y navarra. En una nota remitida al diario El Correo afirma que "si la sola noticia de esta modificación causa tanto revuelo, la Santa Sede no estima oportuno tomar decisión alguna". La propuesta, apoyada por la Conferencia Episcopal Española, preveía crear una diócesis vasco-navarra que abarcara la archidiócesis de Pamplona, la diócesis de Tudela (Navarra) y las diócesis vascas de San Sebastián, Bilbao y Vitoria, estas dos últimas pertenecientes hasta ahora a la provincia eclesiástica de Burgos.

"El asunto no está todavía maduro", reconoce el Nuncio Apostólico en Madrid, Lajos Kada, ante las tensiones políticas desatadas por la proyectada remodelación de la diócesis de Pamplona, que en principio perseguía adaptar la organización eclesiástica del País Vasco y Navarra al nuevo estado de las autonomías. La remodelación se elevó a la Santa Sede hace dos meses, con el respaldo de todos los obispos afectados.La posibilidad de aglutinar bajo una personalidad jurídica única a las diócesis vascas y la archidiócesis navarra es vista con recelo por sectores políticos que, como el Gobierno navarro de Unión del Pueblo Navarro, son extremadamente sensibles a cualquier fórmula de acercamiento entre ambas comunidades y temen su repercusión en el ámbito político. Apenas hace unos meses, tuvo que emplearse a fondo para retirar del Senado una propuesta de creación de un órgano de encuentro Navarra-Euskadi que había sido aprobado incluso por los parlamentos vasco y navarro.

Por su parte, el Gobierno popular de La Rioja también se muestra disconforme con la propuesta, ya que entiende que "difumina el concepto de Estado de las autonomías que tanto tiempo ha costado lograr".

El arzobispado de Pamplona, impulsor del informe favorable a la remodelación, es consciente de ese recelo suscitado por la reubicación competencial de las diócesis de Calahorra-Santo Domingo de la Calzada-Logroño y la de Jaca, actualmente dependientes de Pamplona.

El arzobispo de Pamplona y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, ha indicado que "nadie habla de crear una diócesis vasca, sino de la posible remodelación de la provincia de Pamplona, algo muy diferente", mientras las autoridades eclesiásticas riojanas han mostrado su rechazo a integrarse en una provincia "exclusivamente vasca". La diócesis de Calahorra pediría en tal caso su adscripción directa al Vaticano o, en su defecto, a las provincias de Burgos o Zaragoza.

Tras sonar la alerta en el regionalismo navarro de UPN-PP y en el Ejecutivo popular de La Rioja, Sebastián confirmaba que una de las propuestas era la de crear una nueva provincia eclesiástica de Pamplona que incluyera la archidiócesis de la capital navarra, la diócesis de Tudela y las de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, exclusivamente.

Reclamación de Pujol

La nueva salida a la luz pública de este tema corrió a cargo de 507 sacerdotes de Euskadi, Navarra y el País Vasco francés, de la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria que semanas atrás anunciaron la presentación ante varias instituciones eclesiásticas de un documento solicitando que la nueva provincia abarque los territorios de Euskadi, Navarra y País Vasco francés. La coordinadora reiteró su exigencia ante la próxima visita que este otoño girarán al Papa los obispos vascos y el arzobispo navarro. Sebastián se mostró muy disgustado por la conferencia de prensa de estos sacerdotes.El Nuncio tuvo ayer otra ocasión de tomar el pulso del nacionalismo en la toma de posesión del nuevo arzobispo de Tarragona donde se veía la pancarta: "señor Nuncio, somos una nación". El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, le pidió el reconocimiento de la lengua, cultura e identidad catalana.