Londres pierde un caso clave de discriminación laboral

El Gobierno británico ha perdido un caso histórico de discriminación laboral iniciado por la demandante, Pamela Enderby, terapeuta lingüística, en 1986. Después de acudir al Tribunal Supremo y a la Corte Europea de Justicia, en Luxemburgo, el Ministerio de Sanidad ha admitido que la queja era legítima y la indemnizará con una cifra que se presume millonaria.

Los abogados de Enderby califican el gesto de precedente legal que facilitará la interposición de más de un millar de demandas similares. Fuentes gubernamentales sostienen por el contrario que la situación creada es "única y extraordinaria".

Pamela Enderby, de 48 años, es actualmente catedrático de rehabilitación en el Hospital General del Norte, en Sheffield. Hace más de una década trabajaba como logoterapeuta en Bristol y cobraba entre 800.000 y 1.400.000 pesetas menos al año que sus colegas varones.

"Creí que tardaría dos años en ver resuelto esto, pero espero que no se trate sólo de una victoria personal", ha afirmado. Lesley Gogher, otra especialista en los problemas del lenguaje, también será compensada económicamente.

Ambos casos se han resuelto al tiempo en que otros 19 están a punto de ser vistos para sentencia en un tribunal laboral londinense. Según Sara Leslie, abogada de las dos terapeutas indemnizadas, si sólo una de cada tres demandas del millar pendiente aún de resolución es favorable a las especialistas, Sanidad deberá desembolsar unos 6.000 millones de pesetas.

Sólo las empleadas de comedores escolares y cantinas de fábricas, que reclamaron en 1985 igualdad de trato y salario, llevaban la delantera legal a Pamela Enderby. El concepto de igualdad en el trabajo se convirtió en 1984 en ley en el Reino Unido, a través de las normas vinculantes que fueron aprobadas por la entonces Comunidad Europea.