Juicio cuanto antes
EL MAGISTRADO del Supremo Eduardo Móner ha dado por concluida la instrucción del sumario del llamado caso Marey: el secuestro por error en territorio francés de un ciudadano de esa nacionalidad al que los mercenarios pagados para hacerlo confundieron con un miembro de ETA. En diciembre de 1983. Ello significa que, como pronto, el juicio podrá. celebrarse 14 años después de ocurridos los hechos. El interés del sumario radica en que, por referirse al primer delito atribuido a los GAL, en él se intenta esclarecer el origen de ese grupo al que se adjudican 27 asesinatos. Lo deseable es que el juicio se celebre cuanto antes para que desaparezca de una vez esa hipoteca que tanto ha condicionado la vida política española de los últimos años.El juicio debe determinar quién o quiénes ordenaron o autorizaron el secuestro de Segundo Marey, primera acción reivindicada por los GAL, y quién o quiénes, por tanto, crearon esa estructura destinada, a realizar acciones criminales en Francia. Quince personas se sentarán en el banquillo, incluida toda la cúpula del Ministerio del Interior de aquella época: Barrionuevo, Vera, Sancristóbal. Los demás son, en su mayoría, ex policías -con varios de sus jefes a la cabeza- acusados de haber participado en el secuestro, o de haber tratado luego de encubrirlo. A ellos se suma un político singular, García Damborenea, entonces dirigente socialista y más tarde enrolado en la órbita del PP, que ha asumido públicamente la defensa de la guerra sucia como estrategia apropiada en aquel momento para combatir a ETA.
La defensa de los policías, o de la mayoría de ellos, se centra en que se limitaron a cumplir órdenes emanadas de los responsables políticos. El ex ministro Barrionuevo es quien aparece como máxima autoridad política entre los procesados, tras haber descartado el instructor las peticiones de la acusación particular y algunos procesados de imputar a Felipe González.
Móner ha decidido cerrar el sumario pese a que quedan por resolver algunos recursos, como el que solícita la incorporación de los papeles del Cesid. Nada impide plantear ésa u otras cuestiones en la fase de pruebas documentales del juicio oral, por lo qué no se justificaba mantener abierto el sumario a la espera del pronunciamiento sobre los recursos. La petición de todo tipo de diligencias por algunas de las partes. estaba dilatando artificialmente el proceso.
Quienes siempre estuvimos contra la guerra sucia, y también luego contrala manipulación política y mediática de aquella desgraciada iniciativa, deseamos que el juicio se celebre cuanto antes: para que se haga justicia, a quienquiera que, ésta alcance, y para que desaparezca del escenario ese poderoso factor de desestabilización de la Vida política y también de deslegitimación de la lucha democrática contra el terrorismo. Lo contrario de lo que desean diversos artistas del trapecio que temen perder protagonismo o capacidad intimidatoria el día que se acabe el caso.
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