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Los demócratas pidieron dinero a un 'narco' en La Habana para la campaña de Clinton

Corta ha sido la tregua que los acontecimientos le han concedido al mándalo de la financiación de la campaña electoral de Bill Clinton. Durante tres semanas, el accidente del presidente, la cumbre de Helsinki y el suicidio colectivo de Califomia han desplazado de las primeras páginas estadounidenses el principal problema interno que Clinton afronta en su segundo mandato. Pero la de The New York Times de ayer traía esta sorprendente noticia: una recaudadora del Partido, Demócrata solicitó dinero en La Habana a Jorge Cabrera, un narcotraficante convicto y confeso.

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Avidez recaudadora y chapuza

Ya se sabía (EL PAÍS, 25 de octubre de 1996) que Jorge Cabrera, encarcelado en la actualidad en una prisión de Florida por tráfico a gran escala. de cocaína colombiana, entregó en noviembre de 1995 un cheque de 20.000 dólares (casi 300.000 pesetas al cambio actual) para la campaña a la reelección de Clinton. Y también, que el Partido Demócrata le recompensó por su gene rosidad con una invitación para una cena en Miami con el vicepresidente Al Gore en diciembre de ese mismo año, y,10 días des pués, con una invitación para un acto navideño organizado en la Casa Blanca por Hillary. Clinton, la esposa del presidente.De uno y otro acontecimiento hay testimonios gráficos: fotos en la que un orondo y gafudo Cabrera posa al lado de Al Gore y de Hillary Clinton. Unas fotos que los agentes: de la lucha contra el narcotráfico le encontraron. encima cuando le detuvieron en enero de 1996, tres semanas después de la fiesta navideña en la Casa Blanca. Cabrera, que también llevaba en la cartera una foto suya con Fidel Castro, pretendía impresionar con esos retratos a sus amigos y socios comerciales.

Lo nuevo, lo revelado ayer por el diario neoyorquino, es que el comité del Congreso que in vestiga la financiación de la campaña de Clinton ha descubierto que a Cabrera le pidieron su, aportación en el hotel Copacabana de la capital caribeña. El hecho es explosivo para la psique estadounidense. Los recaudado res demócratas no sólo acepta ban sin demasiados escrúpulos dinero de empresarios asiáticos con vínculos con el Gobierno comunista chino,y ello pese a que el FBI había transmitido a la su perioridad las sospechas de que Pekín estaba intentando comprar influencia en Washington. También iban a solicitarlo a la ciudad donde reina Fidel Castro, la bestia negra de EE UU, desde hace siete lustros.

El embargo estadounidense contra Cuba no prohíbe que los norteamericanos viajen a Cuba, pero si que gasten allí su dinero si no tienen un permiso expreso del Departamento del Tesoro.

Según The New York Times, que cita fuentes del Congreso, Vivian Mannerud, una mujer de negocios que preside una compañía aérea que opera entre Cuba, Bahamas y México y que es una de las más activas recaudadoras del Partido. Demócrata, se entrevistó con Cabrera en noviembre de 1995 en el hotel Copacabana y le aséguró que, a cambio de una sustancial aportación a la campaña de Clinton, tendría el privilegio de ver al vicepresidente Gore y quizá a la familia presidencial.

A su regreso de la capital cubana, Cabrera envió desde Miami al Comité, Nacional Demócrata un cheque por 20.000 dólares contra una cuenta, que, según se descubriría después, usaba para blanquear el dinero de sus actividades como importador en EEUU de cocaína procedente de Colomblia.

Oficialmente, Cabrera, nacido hace en Miami, era uno de los principales proveedores de cangrejos y langostas a los restaurantes del sur de Florida. Pero también era algo más. La policía sospechaba en los años ochenta que utilizaba los barcos de pesca de su empresa para traficar con drogas.En 1983 y 1988 fue condenado a cortas estancias en la cárcel por intentar sobornar a un jurado y falsificar la de claración dé impuestos.

En enero de 1996, tres semanas después de su encuentro navideño con Hillary Clinton, la policía le encontró con las manos en la masa: una importante cantidad de cocaína colombiana. Fue detenido y acusado de haber introducido en Estados Unidos un mínimo de tres toneladas de esa droga a mediante pesqueros que navegaban por los cayos de Florida.

Mannerud, que entregó por su cuenta .80.000 dólares a la campaña de Clinton, ha declarado a The New York Times que recuerda "vagamente" su entrevista con Cabrera en La Habana, pero niega haberle pedido el dinero en ese momento.

Portavoces de la Casa Blanca y el Partido Demócrata se limitaron ayer a recordar que ya devolvieron el pasado octubre el dinero recibido de Jorge Cabrera.

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