El Mallorquín culpa al portero del 'pub' Donqui de la muerte de Ricardo Rodríguez
El Mallorquín (que ayer compareció ante el tribunal impecablemente vestido y con el pelo largo) negó ante el tribunal ser el autor de la cuchillada en el corazón que costó la vida a Ricardo. El fiscal no le cree; de hecho, le pide 21 años de cárcel por el homicidio de Ricardo y por la puñalada que admite haber asestado a Tomillo.Según la versión ofrecida ayer por El Mallorquín, el autor del navajazo fue David García, portero del pub Donqui, a cuyas puertas se produjo la reyerta, en la que intervinieron cerca de una veintena de jóvenes pertenecientes a dos grupos de amigos.
Esta versión no coincide con la primera declaración que hizo ante la policía al ser detenido. Entonces aseguró que ignoraba quién había acuchillado a Ricardo Rodríguez. Dos meses después, cuando el juzgado levantó el secreto del sumario y se conoció que el portero del pub Donqui le acusaba de la muerte de Ricardo, El Mallorquín inculpó entonces a David García.
En su declaración de ayer, El Mallorquín sólo admitió haber propinado un navajazo en la parte trasera del muslo derecho a Raúl Tomillo, amigo de la víctima. "Estaba presionado y la policía puso lo que quiso", subrayó ayer El Mallorquín para justificar las distintas versiones que ha ofrecido sobre este crimen.
El Mallorquín también se desdijo ayer de un testimonio prestado ante el juez instructor en el que admitía pertenecer a Bases Autónomas, en concreto a la sección de la plaza de Cubos. Su relación con los otros seis inculpados en este crimen, explicó ayer, era la común afición "por la música bakalao" y un sentimiento de "amor a la Patria". "¿Es que ser español es ahora un delito?", se preguntó en tono arrogante cuando el letrado de la familia, Juan María Bandrés, le inquirió sobre su ideología.
Cinco versiones distintas
Según relató ayer al tribunal, la noche del 21 de mayo de 1995 se desplazó con unos amigos a Alcorcón para participar en un cumpleaños que se iba a celebrar en el pub Donqui. Confesó que estaba apostado en una barra que había en el exterior del pub y vio a gente discutir con el portero del local y, de pronto, a alguien que "gaseaba". Se refería a la víctima, Ricardo, quien, según las pesquisas, en la trifulca éste empleó un pulverizador para defenderse de sus agresores. En un momento dado, agregó El Mallorquín, tres personas "se abalanzaron" sobre él al grito de "Eres un nazi de mierda y te vamos a matar". Para defenderse, cogió un cuchillo "para cortar bocadillos" que había en el mostrador de la barra, "atado con una cuerda", y asestó una cuchillada en el muslo a una de esas personas, según narró. Era Raúl Tomillo. Instantes después, vio al portero del bar acuchillar a la víctima, según explicó. "Yo estaba a cinco metros y lo vi; le agarró por la espalda con una mano y le apuñaló con la otra", subrayó. "Miente, y creo que ha quedado claro", señaló el portero del Donqui a EL PAÍS.Ninguno de los abogados de la acusación dio crédito a la autoexculpación de El Mallorquín. "¿Qué versión es la verdadera, esta que da usted ahora o algunas de las que facilitó antes?", preguntó un letrado. "Ahora digo la verdad en unas cosas y en otras no", espetó. Los abogados de la acusación particular le preguntaron por qué, al día siguiente del crimen, se había jactado antes sus amigos de haber "acuchillado a dos personas y no sólo a una". "No sé, lo entenderían mal", repuso. También le preguntaron por qué se afeitó la perilla y durmió cuatro días seguidos en una pensión y no en su casa. "Me afeité para ir a trabajar al día siguiente; y no fui a mi casa a dormir porque estaba en intimidad con mi novia".
Sus respuestas fueron también confusas cuando le preguntaron por qué había quemado y arrojado a una alcantarilla la navaja que portaba la noche del crimen. "Fue una niñez", acertó a decir para justificar que se deshiciera de ella. Junto a El Mallorquín, se sentaron ayer en el banquillo Félix Francisco Chaves (acusado de patear a Ricardo cuando éste yacía agonizante en el suelo); Alberto Villar, alias Chema (acusado de golpear a la víctima con una pistola); David García Gómez (a quien El Mallorquín acusa de ser el autor de la mortal cuchillada); Antonio Cuenca Sastre, Toño (acusado de agredir en el suelo a la víctima); A. B. (menor de edad, acusado de golpear al fallecido), y A. M. (otro menor, acusado de encubrimiento al ayudar a El Mallorquín, a sabiendas de que había cometido un homicidio, a deshacerse de la navaja).
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