Mobutu regresa a Zaire en medio de la indiferencia de la población de Kinshasa
La euforia con que fue recibido ayer en Kisangani, la tercera ciudad de Zaire, Laurent Kabila, el líder de la rebelión que ya controla una quinta parte del país, contrastó de forma elocuente con la indiferencia de la población ante el regreso del presidente Mobutu Sese Seko, después de una nueva estancia en Europa para recibir tratamiento tras la operación de cáncer que sufrió en agosto pasado. Mientras Kabila vinculó la firma de un alto el fuego a la dimisión del mariscal, Mobutu hizo un llamamiento a mantener la unidad de un país virtualmente partido en dos mitades.
El regreso a Zaire de Mobutu, el hombre que ha controlado con mano de hierro durante más de treinta años el destino de la antigua colonia belga, desató en la capital confusión y escepticismo, todo lo contrario que el 17 de diciembre pasado, cuando fue recibido de forma triunfal y prometió que aplastaría la rebelión que se inició en octubre del año pasado en la región oriental de Kivu. El vacío de poder en Kinshasa y la nula moral del Ejército zaireño han sido ampliamente aprovechados por la rebelión lanzada por los banyamulenges (tutsis zaireños a los que Mobutu negó la nacionalidad).Kabila destacó en Kisangani, la antigua Stanleyville, capital de la provincia del Alto Zaire, que su movimiento no está dispuesto a ninguna clase de alto el fuego y que su objetivo es "liberar" a su país del "dictador", crear un nuevo Zaire que destierre la corrupción e implante la democracia en un territorio que tiene casi cinco veces la extensión de España. Los rebeldes amenazan las ricas zonas mineras de Kasai y Shaba. El líder rebelde, que fue recibido por miles de personas con gritos de júbilo y en medio de un ambiente festivo, exigió la renuncia del dictador y la creación de un Gobierno de transición.
El clima de fin de régimen que se vive en Kinshasa se vio reforzado ayer por la supresión de la ceremonia de bienvenida prevista en el aeropuerto de la capital con el argumento de que Mobutu llegaba cansado. El besamanos de las autoridades fue trasladaron al campamento Thsatshi de la División Especial Presidencial, adonde se dirigió Mobutu y donde presumiblemente permanecerá, como suele hacer cuando visita la capital.Por otra parte, el diario The Washington Post publicó ayer que familiares y colaboradores del presidente zaireño vendieron toneladas de armas a UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), la antigua guerrilla anticomunista, lo que les proporcionó ingentes beneficios. Ese tráfico de armas contribuyó a debilitar al Ejército zaireño. Según el diario estadounidense, los más directos colaboradores de Mobutu, entre ellos uno de sus hijos, han comprado armas en los mercados internacionales para venderlas a UNITA, lo que podría reanimar la guerra en Angola.
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