Aman recortará un 10% el presupuesto y la nómina de las Naciones Unidas

Dos meses y medio después de tomar posesión de su cargo, el nuevo secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha anunciado un programa de 10 puntos destinado a reformar la organización, aligerar sus cargas administrativas y gastar en proyectos de desarrollo parte de lo que se ahorre al suprimir gastos burocráticos. Annan da este primer paso con la mirada puesta en el Congreso de EE UU, que ha reiterado que no aprobará el pago de los atrasos de las cuotas norteamericanas a Naciones Unidas -más de 145.000 millones de pesetas- hasta que no se haya puesto en marcha el proceso de reformas. Las primeras reacciones, tanto en el Congreso como en la Casa Blanca, han sido positivas."Es una propuesta seria. Ha sido analizada y discutida y sabemos que no va a destripar al organismo", dijo Kofi Annan al anunciar su programa, que se presenta como una primera fase de un proceso que debería concluir en el 2.001 con la reducción de una tercera parte de los actuales gastos administrativos. A corto plazo se plantea el recorte de un 10% en el presupuesto de la ONU; la eliminación de 1.000 puestos de trabajo que estaban en su mayor parte pendientes de asignación, y la supresión de actividades burocráticas para ahorrar 29.000 millones de pesetas que se dedicarán a programas de desarrollo.

En el seno del Gobierno de EE UU, la mejor acogida ha sido la del nuevo embajador ante la ONU, Bill Richardson, que precisamente hoy comparece ante el Congreso para tratar de convencer a los legisladores de que aprueben el pago de las cuotas atrasadas: "Se trata de un paso muy significativo hacia el tipo de reforma estructural que ayudará a Naciones Unidas a hacer más y mejor por menos dinero", señaló Richardson, que felicitó a Annan por la propuesta.

"Un buen paso"

La reacción del enemigo más feroz de la ONU en el Congreso, el senador Jesse Helins, que ocupa el puesto de presidente del Comité de Relaciones Exteriores, ha sido mucho más cauta. "Es un buen paso en la dirección adecuada", en opinión del portavoz de Helins, que indica, sin embargo, que el senador no se fia y que quiere averiguar si hay viejas ideas con nuevos envoltorios y comprobar que los recortes de presupuesto y de personal son reales.La presión del Congreso no es la única que debe, sortear Annan. Varias de sus propuestas, como la de la reducción de empleo, fueron ya defendidas por su predecesor, Butros Butros-Gali, y derrotadas en la Asamblea General de la ONU por el voto de los países del Tercer Mundo. Annan confía en que ahora no pongan obstáculos, al ver que las reformas atacan la burocracia y mejoran los fondos para actividades en los países más necesitados.