Pujol confía en que en dos o tres semanas se desbloquee la financiación de la sanidad.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, dijo ayer, horas después de celebrar un encuentro con José María Aznar en Barcelona, que espera que en el plazo de unas "dos o tres semanas, hasta después de Pascua", el Gobierno desbloquee la negociación sobre la financiación sanitaria, uno de los acuerdos del pacto de investidura y gobernabilidad. Fuentes de Moncloa confirmaron que había sido uno de los temas tratados, pero que se abordó en términos políticos, sin entrar en precisiones. Las conversaciones continuarán en los próximos días por vía telefónica.

José María Aznar y Jordi Pujol se reunieron ayer en Barcelona durante más de una hora, antes de acudir a la inauguración de la asamblea anual de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El encuentro se celebró a las nueve y media de la mañana en el hotel Juan Carlos I, donde se aloja el presidente del Gobierno.Sobre las 10.45 abandonaron el hotel y se trasladaron en un mismo automóvil hasta la reunión del BID.Las citas entre Aznar y Pujol en Barcelona no se han celebrado nunca en el Palau de la Generalitat. Tampoco Felipe González pisó nunca la sede del Gobierno catalán. El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, se reunió ayer por su parte con Joaquim Molins, el portavoz parlamentario de CiU.

Pujol se limitó por la tarde a expresar su esperanza de que vaya a haber acuerdo sobre la financiación sanitaria. Después de Pascua, dijo, será, "cuando esta inquietud que nosotros tenemos de que no haya suficientes ganas de tirar adelante" se ponga de manifiesto si no se soluciona el tema de la sanidad. "Hemos de dar un margen de confianza, a la espera de ver si se desencalla, ya que no podemos estar cada día diciendo lo mismo. Ya lo hemos dicho. Ya han tomado nota. A ver si es verdad", añadió, informa Joaquima Utrera.

El presidente catalán subrayo que espera que se solucione esta cuestión, al igual que espera que se desbloquee "el tema del Inem".En este sentido, dijo que tanto Josep Antoni Duran Lleida (presidente de la parte catalana de la comisión mixta de traspasos) como él mismo ya le han dicho a Aznar todo lo que le tenían que decir.

El pasado domingo, Pujol manifestó que le "preocupa seriamente" que algunos de los acuerdos con el PP estén "encallados" o se resuelvan más lentamente "de lo deseable", refiriéndose a la financiación, sanitaria, verdadero caballo. de batalla de la Generalitat ya durante el Gobierno socialista, si bien es una cuestión que afectará a todas las comunidades autónomas con competencias en Sanidad.

"Las cosas se están haciendo, a veces no tan deprisa como querríamos ni tan exactamente bien como querríamos que - saliesen, pero de todas maneras se va progresando" dijo Pujol aludiendo a la ley de Puertos y a la desaparición de los gobernadores civiles. Y añadió en tono bromista: "Corrio se dice popularmente, mica en mica s'omple la pica (poco a poco se llena el lavadero)".

Respecto a la entrevista con el presidente del Gobierno, Pujol dijo que había "ido bien", pero que no había ninguna cuestión "especial" para comentar, ya que había hablado con Aznar "varias veces en los últimos días, tanto personalmente como por teléfono".

A preguntas de Aznar, Pujol le explicó la situación interna de la coalición CiU, que pasa por una crisis de relación entre los dos partidos que la integran, Unió y Convergéncia. Ayer, el principal dirigente de Unió, Duran Lleida, telefoneó a Pujol para quejarse del tono y las palabras empleadas por éste el domingo para aludir al socio de coalición. El partido democristiano emitió un comunicado señalando que no contestará públicamente a Pujol porque el silencio es el mejor favor que pueden hacer a la coalición, a su electorado y al conjunto de la sociedad.

Por su parte, Aznar escuchó las quejas de Pujol sobre el desconocimiento existente en la opinión pública española, reflejado en una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de la aportación no sólo política sino también financiera de Cataluña al conjunto de España, superior a la que recibe de las instituciones centrales. Pujol recordó a Aznar la conveniencia de que cambie la actitud de los partidos nacionales ante Cataluña para no ahondar en esa mala imagen. Aznar también informó a Pujol de la "buena marcha de la situación económíca".