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ALERGOLOGÍA: TRASTORNOS ESTACIONALES

Las arizónicas adelantan este años el periodo de alergias al polen

El calendario de alergias al polen se ha adelantado este año, confirmando la tendencia de los anteriores, debido a la proliferación en las ciudades de polen de arizónicas, un tipo de arbusto plantado frecuentemente como seto delimitador en chalés y viviendas adosadas, que provoca reacciones alérgicas antes de lo habitual. "Son pólenes a los que antes no se les daba importancia porque no provocaban síntomas o se confundían con los del catarro, el perfil del polínico era el del alérgico que sólo se veía afectado en primavera", explica Joaquín Ojeda, jefe del servicio alergeno del hospital infantil La Paz de Madrid.La razón por la cual este invierno ha sido aún peor que al anterior para los sensibilizados a las arizónicas es que llovió menos y con ello aumentó su concentración en el aire.

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Mapa de los alergenos

Las arizónicas, lo mismo que el falso plátano o los cipreses, provocan los síntomas típicos de alergia polínica: rinoconjuntivitis, rinorrea, picor de mucosas (ojos, nariz, paladar, garganta), estornudos, obstrucción de nariz, mucosidad ...; sin embargo, al contrario que otros pólenes, raramente evoluciona hacia el asma. Estas plantas empezaron a aparecer en las ciudades hace dos décadas, pero ha sido con el paso del tiempo y el aumento de la pluviosidad cuando han empezado a dar síntomas en los sensibilizados a su polen.

Las abundantes lluvias del otoño hacen prever que esta primavera será especialmente virulenta para los alérgicos al polen en general, al menos tanto como el pasado año, cuando se registraron cifras récords de concentración polínica. Además de las arizónicas, ha empezado ya a dar síntomas leves el polen de gramíneas.

La mejor prevención es evitar o reducir al mínimo la exposición al alergeno (o antígeno) al cual se está sensibilizado, para lo cual se recomienda marcharse a la playa en el periodo de máxima incidencia. Como esto no siempre es posible, los especialistas aconsejan llevar las ventanillas del coche bajadas, o casco si se viaja en moto (lo contrario multiplica por 50 la concentración de polen).

También hay que evitar los paseos por el campo, zonas ajardinadas y parques, sobre todo en los días de viento, secos y soleados, o de tormenta; utilizar gafas de sol (existen protectores especiales para alérgicos al polen);instalar filtros especiales en el aire acondicionado del domicilio o del coche; ventilar la habitación a mediodía durante poco tiempo; mantener las ventanas de casa cerradas, especialmente a primera hora de la mañana y al atardecer; así como utilizar mascarilla bucofacial si es necesario.

Otra fórma de prevención es atender a las mediciones que se hacen en algunas ciudades del nivel de concentración de polen, teniendo en cuenta que los síntomas aparecen a partir de 50 gramos de polen por metro cúbico de aire y que, en algunos casos, tardan hasta 24 horas en manifestarse.

María Teresa Caballero Molina, alergóloga de La Paz, explica que, aunque generalmente cada paciente conoce sus síntomas y el modo de combatirlos, resulta con veniente visitar al menos una vez a un especialista y periódicamente al médico de cabecera para estar al tanto de los tratamientos novedosos que surgen; y advierte que "la mayor parte de los pacientes polínicos presenta síntomas en prima vera, pero, según la época de poli nización del alergeno al que son sensibles, en algunos pacientes se adelanta, en otros se atrasa y pueden tener en verano y a otros les afecta en toda época; no está centrado en mayo-junio".

El tratamiento de los alérgicos al polenes, sobre todo, sintomático (antiestamínicos, corticoides, colirios, nebulizador nasal) y se prolonga durante la época de poli nización, empezando cuanto antes para obtener una mejor respuesta (lo ideal es adelantarse unos días a la aparición de los síntomas). Cuando los medicamentos no son suficientes y especialmente en los pacientes que además tienen asma alérgico, uno de cada cuatro, se recurre a la inmunoterapia, semejante a una vacuna.

Ojeda explica que "alrededor del 10% de la población desarrolla anticuerpos al polen, pero no todos tienen síntomas".

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