26 comerciantes de Idiazabal reconocen que secundaron la huelga por miedo

Veintiséis comerciantes de Idiazabal (Guipúzcoa) han reconocido públicamente que no abrieron sus establecimientos el día 7, en la jornada que Herri Batasuna (HB) declaró de huelga general, por el miedo a las, represalias de los piquetes y a los sabotajes de los encapuchados. Al anochecer, después de que cuatro jóvenes quemasen el batzoki (sede del PNV), una veintena de vecinos obligaron a los dos concejales de HB, Andoni Alberdi y Martín Lizarazu, a abandonar sus domicilios e ir a contemplar con ellos los desperfectos que los violentos habían ocasionado.Los propietarios de 26 comercios, bares y restaurantes de Idiazabal se reunieron con el alcalde, Antton Irizar (EA), en la víspera del paro a fin de que emitiese un bando en el que se reflejasen sus razones para cerrar. Los firmantes del escrito, que cuentan con el apoyo mayoritario de la corporación, denuncian los métodos que emplearon los convocantes de la huelga.

Expediente a una empresa

Por otra parte, informa Mikel Muez, el Gobierno de Navarra ha abierto, un expediente a la empresa de transporte La Montañesa, cuyos autobuses no salieron a la calle durante la jornada de huelga.Según el portavoz del Ejecutivo, Santiago Cervera, el procedimiento sólo es, de momento, informativo y pretende aclarar las circunstancias en las que se produjo la decisión de esta sociedad.

Cervera dijo que el Gobierno "entiende" que la acción amenazante de piquetes provocara el temor entre los socios de La Montañesa, pero añadió que esta firma "dejó de prestar un servicio público en una huelga que era ilegal y, además, eso representó una falta de solidaridad con la Cooperativa de Transportes Urbanos de Pamplona [Cotup], que trabajó con norimalidad".

Se da la circunstancia de que desde 1991 los radicales han quemado diez autobuses urbanos de la Cotup, en Pamplona, pero nunca han atacado a los de La Montañesa a pesar de cubrir líneas conflictivas de la periferia de la ciudad.