Dos versiones para una muerte

Dos autopsias a un mismo cadáver y en idéntico lugar, el Anatómico Forense de Madrid. "Quizá haya algún precedente, pero yo no lo recuerdo", destacan fuentes jurídicas. "Y menos aún que los resultados de una autopsia [la segunda] tardasen casi un año en conocerse". El caso de Susana Ruiz habría batido, de confirmarse, ambos récords. Pese a todo, las dudas sobre su muerte persisten, a juzgar por las radicales diferencias que separan los dos informes entregados al juez José Emilio Coronado, quien, en un deseo de no eternizar el caso, ha decidido concluir la investigación, sin procesar a nadie, y remitirla a la Audiencia Provincial. Tras estudiar ambos informes, el juez se ha decantado por el informe que concluye que la muerte de Susana no fue violenta, y que firman tres peritos. El otro, que revela que la muerte de Susana fue "homicida", lo avala Juan Ramón Civantos, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.Los forenses, en sus amplios informes, ofrecen respuestas distintas a las dudas que han rodeado la muerte de esta madrileña, que coincidió en el tiempo con el triple crimen de las niñas de Alcàsser. Al ser hallado el cadáver, con las bragas bajadas y semienterrado en una escombrera, éste presentaba varios dientes y el hueso hióides (la nuez) rotos. Fue desenterrado, en febrero de 1996, para hacerle una segunda autopsia. Al abrir el ataúd, los peritos advirtieron un orificio en su cráneo, que no se vio en la primera autopsia (y que el forense Civantos atribuye a un fuerte golpe en la cabeza). Además de en aclarar ambos extremos, las pesquisas se han centrado en determinar por qué estaba rota la cremallera del pantalón vaquero que llevaba Susana, por qué la tierra impregnada en sus botas no se corresponde con las características de la que había en la zona; y si eran de sangre unas manchas detectadas en su ropa. Tras decenas de pruebas y análisis, tres forenses -entre éstos, los dos que efectuaron la primera autopsia, y el director de Anatómico madrileño- han concluido: "No se han encontrado manchas de sangre ni de semen, en las ropas"; hay signos traumáticos en el cadáver, pero fruto de su "manipulación en la autopsia y pruebas complementarias"; "no hemos encontrado ningún dato nuevo en esta segunda autopsia que permita modificar, objetivamente, los resultados de la primera (muerte natural debida "a un edema de pulmón, el frío y la ingesta de posibles tóxicos"). A estos datos suman ahora otro: "existía una patología cardiaca previa (había sufrido cinco microinfartos antes de su desaparición".

Distintas son las conclusiones de Civantos: "Toda la violencia que presenta el cadáver y la ropa", explica, "fue producida antes de su muerte, que, fue homicida". Murió de una hemorragia [fruto de un golpe en la cabeza], y fue violentada genitalmente. El cadáver fue trasladado al lugar donde fue hallado".