Hacienda destapa un fraude de 26.000 millones en el pago de tributos regionales
La Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid logró incrementar un 20% la recaudación por tributos regionales de 1996 a costa de contribuyentes que habían intentado esquivar sus obligaciones fiscales. El celo de los inspectores madrileños de tributos permitió cazar a los morosos y engordar la hucha regional en cerca de 26.000 millones, según los cálculos de los dirigentes públicos.En la mayoría de los casos de fraude descubiertos por la Consejería de Hacienda, los contribuyentes infractores pagaron mucho menos de lo establecido legalmente; en otras ocasiones, los presuntos defraudadores usaron la picaresca para burlar el marcaje de los inspectores regionales y ahorrarse unos miles de pesetas.
Pero el departamento que dirige Antonio Beteta les siguió los pasos aplicando las competencias que le ha cedido la Administración central. La Comunidad se encarga desde el pasado 2 de noviembre de 1995 de la gestión y el cobro de los impuestos de transmisiones patrimoniales (que se abona cuando se vende una casa, un solar, una finca rústica), sucesiones (cuando se hereda un bien), donaciones y todos los tributos relacionados con el juego (máquinas tragaperras, bingos y casinos). El impuesto de actos jurídicos documentados también pasó a depender de la Comunidad la semana pasada.
Por el conjunto de estos impuestos cedidos, la Administración regional tenía previsto ingresar 130.000 millones en 1996. Pues bien, las pesquisas de los inspectores fiscales y su rigor en el examen de las liquidaciones de los tributos que hacen particulares y empresas ha permitido que aflorasen otros 26.000 millones de pesetas que los contribuyentes habían intentado defraudar al erario público.
La Comunidad descubre en la compra de pisos la mayor bolsa de fraude a la Hacienda regional
De estos 26.000 millones, una parte ya ha sido recuperada por la Comunidad, y otra, tras la correspondiente actuación inspectora, está pendiente de la decisión de los tribunales, ya que los afectados han presentado recurso.La Consejería de Hacienda, que dirige Antonio Beteta (PP), no ha querido precisar qué porcentaje de los 26.000 millones ha sido ya ingresado en sus arcas y cuántos recursos han sido presentados.
Entre los sistemas de fraude, según Hacienda, destacan los siguientes:
Transmisiones patrimoniales. Pagan este impuesto "los que adquieren bienes y derechos de toda clase". En la Comunidad de Madrid se recaudaron el año pasado cerca de 90.000 millones de pesetas por las transmisiones patrimoniales. El fraude más generalizado descubierto se produce en el pago de este impuesto y consiste en que el contribuyente hace autoliquidaciones fijando en las mismas un valor inferior al real del bien adquirido, con lo que se ahorra decenas de milesde pesetas. Los arquitectos y aparejadores de la Dirección General de Tributos aplican para estos casos el artículo 49 de la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales que dice así: "La Administración podrá comprobar el valor real de los bienes". Si comprueban que el valor real resulta superior al valor declarado, como ha ocurrido en numerosas ocasiones durante 1996, la Consejería de Hacienda envía a los compradores una declaración complementaria para que abonen la diferencia entre lo que pagaron y lo legalmente establecido.
Ejemplo práctico. Un matrimonio compra un piso exterior de 70 metros cuadrados (sin trastero ni plaza de garaje) en la calle de Embajadores y declara un valor de 10,5 millones. En su autoliquidación del impuesto de transmisiones patrimoniales pagaron 630.000 pesetas. La Consejería de Hacienda envía a sus inspectores, que tasan el inmueble en 14.100.000 pesetas. La Dirección General de Tributos elabora entonces una declaración complementaria por 846.000 pesetas. El matrimonio deberá abonar la diferencia: 216.000 pesetas. Hacienda editó en diciembre una lista con los valores oficiales de los inmuebles.
Sucesiones y donaciones. Este impuesto grava la "adquisición de bienes por herencia, legado o cualquier otro título sucesorio". Si los beneficiarios declaran un valor de lo heredado inferior en un 100% al valor real, la Administración pública puede adquirir "para sí" esos bienes por el precio irreal que reflejaron los beneficiarios en la liquidación del impuesto. Hacienda ha descubierto varios tipos de fraude en este supuesto. En unos casos, se producen ventas simuladas anteriores al fallecimiento muy por debajo del valor real para ocultar lo que realmente es una herencia. En otros, los familiares sacan el dinero de la cartilla del fallecido dos o tres días después de ocurrida la muerte, pero no lo declaran.
Hacienda solicita diariamente al Registro Civil el nombre de los fallecidos y cruza estos datos con los de otras administraciones para hacer un seguimiento ante las sucesiones y donaciones que se puedan producir.
Juego. Las 90 salas de bingo, el casino y las 26.000 máquinas tragaperras repartidas por la Comunidad pagan los impuestos del juego anualmente. El fraude en este sector es mínimo, según Hacienda. Tan sólo se descubren, en limitadas ocasiones, máquinas tragaperras que carecen de la placa donde se certifica estar al corriente de pago.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
