El trabajo invisible

El trabajo de la mujer española sigue siendo invisible, pese a que, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el 67% es realizado por mujeres. La tasa de actividad de las mujeres es casi la mitad de la de los hombres, según denunció ayer la secretaría de la Mujer de CC OO. Mientras la tasa masculina es del 62,98%, la femenina sólo alcanza el 36,88%. Para UGT, se sitúa en un 37,2%, a 10 puntos de la media europea. Son datos coincidentes con la celebración, hoy, del Día de la Mujer Trabajadora.Hay en general conciencia de que la inserción laboral de las españolas ha mejorado. Pero, a nada que se escarba, la cara bonita de ese panorama muestra sus espejismos y alifafes. El salario de las mujeres es un 30% inferior al de los hombres en trabajos similares. "Las mujeres desarrollan el 31% del trabajo remunerado y el 80% del que no supone salario alguno", dice María Ángeles Durán, catedrático de Sociología del CSIC. Según un estudio de UGT, las españolas son las europeas con mayor precariedad en el empleo: un 36,2% están sujetas a contratos temporales; en 1996 el 96% de los contratos firmados fueron de esa modalidad.

Hay sin embargo iniciativas parlamentarias contra la situación. La empresa que sustituya a una trabajadora con permiso por maternidad tendrá derecho a una reducción del 95% en la Seguridad Social de los interinos. que contrate,, si prospera la. moción que el Grupo Parlamentario Socialista presentó ayer en el registro del Senado y que su inspiradora, la senadora por Córdoba Eloísa Fernández Valenzuela, cuenta con defender ante la cámara antes de final de mes. "En los cuatro meses de permiso de maternidad muchas empresas no sustituyen a la trabajadora", dice Fernández Valenzuela. "Se trata, por tanto, de por una parte ocupar todos los huecos para que no se pierdan puestos de trabajo y, por otra, de abrir nuevas vías para que gente joven pueda acceder al mundo laboral". La senadora socialista piensa que la medida beneficiaría tanto a hombres como a mujeres, aunque "hoy por hoy más a las mujeres, porque existen muchos trabajos a los que ellas optan en mayor cuantía".

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, presentó ayer el III Plan de Igualdad de Oportunidades de la Mujer (1997-2000). Como líneas de actuación, el documento marca "la introducción de la óptica de igualdad en todas las políticas y la promoción de la participación de las mujeres en todas las esferas de la vida social". "Es una pura declaración de intenciones y de una imprecisión total", comentó la ex ministra de Asuntos Sociales y actual diputada socialista Matilde Fernández. "Enumera 25 objetivos, con tres o cuatro actuaciones en cada uno, pero no dice cómo, cuánto, con qué". La secretaria de Participación de la Mujer del PSOE, Clementina Diez de Baldeón, dijo que el plan "es un cuento de la lechera y un brindis al sol, con mucha. promesa y poco compromiso, sin voluntad". La secretaria general de Asuntos Sociales calificó el pasado jueves el plan de "muy consultado". La Federación de Mujeres Progresistas (FMP) replicó que las organizaciones de mujeres no han sido escuchadas por el Gobierno. "El borrador nos llegó el lunes, y sin darnos tiempo ni a reunirnos ayer, lo aprobó el Consejo de Ministros", dice Inmaculada López, de la FMP. Arenas, en la presentación, insistió en que el plan no es inconcreto y en que ha estado abierto a las propuestas.

La igualdad de sexos no se ha logrado aún en ningún país, según el documento de la ONU Una ojeada a la situación de la mujer. Ello, pese a que la Convención de 1979 contra toda forma de discriminación ha sido ratificada por 154 Gobiernos. Hay países donde la igualdad de sexos es aún menos igual. Los talibanes, una vez tomado el poder en Afganistán y establecida la ley islamista más rígida, expulsaron a las mujeres de sus trabajos. Se espera que mañana mismo abra de nuevo la Universidad de Kabul gracias al apoyo de Francia: eso sí, ni una mujer en el campus.

Un diario francés de información económica, La Tribune, salió el pasado viernes firmado sólo por mujeres y dedicado monográficamente a la situación femenina. "La idea eje es responsabilizar a la opinión de que, pese al aumento de mujeres en lo laboral, apenas ocupan puestos de responsabilidad", dice Blanca Riemer, responsable de información internacional. "Hemos hecho una encuesta en las 40 principales empresas francesas, y hay un mínimo de mujeres altos cargos; incluso en EE UU no ocupan más del 2% de esos puestos". En el número especial, señala Riemer, "los hombres, aunque sin firmar, también han trabajado".