Italia se resiste a dar asilo a la creciente oleada de refugiados
Las autoridades italianas se mostraron ayer reticentes a admitir a trámite las primeras demandas de asilo político presentadas por fugitivos de Albania, debido al temor de que una respuesta positiva precipite el crecimiento incontenible de una oleada de refugiados que ya es importante. Sólo en la jornada de ayer, más de 80 personas lograron cruzar en pequeñas embarcaciones los apenas 60 kilómetros que separan las costas meridionales de Albania de la localidad pullesa de Otranto.Las primeras demandas de asilo fueron presentadas ayer por 25 de los 29 albaneses que llegaron a Otranto en la noche del miércoles, a bordo de un pequeño velero. Las autoridades italianas han observado que, a diferencia de las inmigraciones masivas de 1991, las impulsadas por la escasez y miseria que se abatió sobre Albania en los primeros tiempos del poscomunismo, los refugiados actuales son personas de nivel económico y cultural medio.
Varios de estos 25 aspirantes a quedarse en territorio italiano con estatuto político son profesores. Otros son alumnos. Todos ellos quieren fijar residencia en un centro de Cáritas, en la provincia de Lecce, donde hay 30 camas disponibles. Pero también en la inmigración actual hay de todo, incluidos un profesional del transporte clandestino de albaneses hacia Italia y otra persona aparentemente conectada con un tráfico de estupefacientes. Ambos han sido detenidos.
El grueso de los refugiados llegados ayer viajaba a bordo de un viejo pesquero, un barco de vela con dos mástiles, que fue interceptado por una lancha rápida de la Marina italiana cuando se encontraba 25 millas al norte de Otranto. La embarcación, que había sido previamente detectada por una de las fragatas italianas que patrullan esta zona del Adriático, transportaba unas 50 personas y navegaba a velocidad muy reducida por falta de carburante.
Miedo a los tanques
Los prófugos, según uno de ellos, habían zarpado de Valona hacia las 19.30 horas del jueves, tras oir en el telediario que carros de combate se preparaban para irrumpir en su ciudad. En la huida, se llevaron únicamente algunos pocos víveres.
Otros 24 fugitivos hubieron de ser rescatados pasado el mediodía de ayer por un navío militar italiano, cuando trataban de cruzar el estrecho de Otranto a bordo de una lancha neumática. Once de ellos son niños, cuatro de ellos recién nacidos.
El rumor dominante anoche era que los prófugos serían trasladados a Bríndisi, para ser repatriados en el transbordador de línea que une esta ciudad con Durresi.
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