Nuevas singladuras en el lago
Las barcas de paseo y los clubes de piragüismo vuelven a la Casa de Campo.
A los patos del lago de la Casa de Campo se les acabó el chollo. Después de casi dos años campando a sus anchas por el estanque, desde ayer tienen que fijarse en el rumbo de las barcas y vigilar las paladas de los piragüistas. El lago, vedado a la navegación durante 20 meses, tras quedar destrozado por un temporal, vuelve a tener embarcaciones de pasee, y deportivas.Los 419 palistas madrileños, según el censo de 1996 de la Federación Española de Piragüismo, disponen ahora de su principal pista de entrenamiento: los 80.100 metros cuadrados del lago (cuya profundidad oscila entre los 1,5 y los 4,5 metros). Los remeros se quejan de que la reapertura de las actividades en el lago se ha demorado en exceso.
Los muros de contención del estanque de la Casa de Campo quedaron destrozados en junio de 1995 por una riada. La inundación llegó a anegar la M-30. Para prevenir nuevas avenidas se ha construido un aliviadero que comunica el estanque con el río Manzanares. "Las obras de reparación del lago se podían haber hecho en seis meses", se quejó ayer Ángel de la Fuente, vicepresidente del Club Alberche, asociación cuya sede está en el embarcadero del estanque. "Hasta diciembre [de 1995] se hicieron las obras del aliviadero. Luego se llenó sólo por la mitad. Por la inactividad en las aguas empezaron a salir unas algas y tuvieron que vaciarlo de nuevo para hacer otra limpieza", enumera.
Aedenat denuncia plantaciones eI zonas estériles de la Casa de Campo
"Luego dijeron que se les había olvidado construir el desagüe del aliviadero y tuvo que pasar todo un año hasta que estuvo hecho", continuó."Total, que estas obras han sufrido un retraso de un año y ocho meses, tiempo perdido que ha perjudicado a todos los madrileños aficionados al piragüismo", concluyó Ángel de la Fuente.
El alcalde, José María Álvarez del Manzano, del PP, le contestó ayer. "Las obras han durado lo que tenían que durar. Lo hubiéramos podido hacer en menos tiempo, pero no queríamos que la obra fuera una chapuza", explicó a orillas del estanque.
Sin el lago de la Casa de Campo, los remeros han tenido que abandonar su afición o desplazarse, por ejemplo, hasta el río Tajo a su paso por Aranjuez.
Pero las actuaciones municipales en la Casa de Campo no terminan en el lago. La Concejalía de Medio Ambiente está reforestando el parque, con 90.000 árboles con parte de los 1.200 millones que Europa ha concedido al Ayuntamiento para mejorar la mayor zona verde de Madrid (1.700 hectáreas).
La Asociación de Defensa' de la Naturaleza (Aedenat) denunció ayer que algunos de estos árboles se colocan en zonas estériles y que además, para plantarlos, se utilizan máquinas pesadas que hieren en exceso la tierra. También piensan que la iniciativa municipal de repoblar el parque con animales (perdices, liebres, patos y ranas) es una buena, idea sin mucho sentido mientras no se cierre la Casa de Campo al tráfico y no se controle más a los cazadores furtivos. Estas críticas han sido- enviadas ya a la Unión Europea por parte de esta asociación. También Izquierda Unida ha mandado al Parlamento Europeo parecidas denuncias.
El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, considera injustificadas las críticas: en primer lugar, afirma que la reforestación se lleva a cabo bajo la supervisión de técnicos cualificados. En cuanto al problema de los animales, sostiene que no existen tantos atropellos como se piensa, porque las liebres residen en zonas protegidas.
Navegación en el lago de la Casa de Campo. Una hora en barca cuesta 550 pesetas; en catamarán, 125. De 9.00 a 19.30.
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