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Yeltsin reparte críticas a todas las instituciones en su discurso parlamentario del estado de la nación

Pilar Bonet

Como si acabara de despertarse de un sueño, el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, repartió ayer críticas a diestro y siniestro a las instituciones -desde el Gobierno hasta el Parlamento, pasando por las administraciones locales- en su discurso anual sobre el estado de la nación. El líder, que ha pasado enfermo o convaleciente la mayor parte de su segundo mandato desde julio de 1996, superó la prueba de mostrarse convincente en público ante las dos cámaras de la hostil Asamblea Federal. Y la presencia viva del presidente, según miembros de su equipo, fue mucho más importante que su alocución.

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Un ejemplo populista y provocador

Ante el Consejo de la Federación y la Duma Estatal, privados de la posibilidad de responder o preguntar al presidente en la única reunión conjunta que celebran al año (sólo para poder escucharle) Yeltsin se movió con energía y habló en pie durante 24 minutos. Fue menos tiempo del que hubiera querido Yeltsin (tenía previstos unos 45 minutos), pero fue suficiente para quienes hace poco se preparaban para eventualidades peores, tales como un balbuciente discurso de 10 minutos, una conferencia desde un sillón o una mera y distante alocución por radio. "Es hora de poner orden", dijo ayer Yeltsin, con una frase que sintetiza su alocución. La reforma fiscal es el objetivo clave de 1997 y el Gobierno presentará en breve al Parlamento el nuevo código fiscal para sustituir a un sistema complicado y penalizador de la iniciativa empresarial.El presidente pidió control del gasto público y anunció la introducción de un sistema de tesorería antes de fin de año para sustituir totalmente la práctica de depositar los fondos presupuestarios del Estado en bancos comerciales. En virtud de esta práctica poco transparente, los bancos designados por el Gobierno obtienen actualmente pingües, beneficios a costa de los legítimos destinatarios de los fondos.

El presidente dibujó una caótica situación financiera, en la cual las partidas del erario público se utilizan para fines distintos a los designados y los fondos federales y regionales se escamotean al presupuesto del Estado.

Huelga general

Yeltsin admitió que el presupuesto de este año -que él mismo ha firmado- no es realista, pero prometió que el del año próximo será "real". A los millones de jubilados que no cobran sus pensiones, les aseguró que el Gobierno se ha comprometido a pagarles antes del 30 de junio. Yeltsin calificó de justas las reivindicaciones que han motivado la convocatoria de una huelga general para el 27 de marzo.Por la tarde, el Gobierno de Víktor Chernomirdin se reunió en sesión ampliada con los dirigentes regionales, pero no anunció los cambios personales, que se irán divulgando en los próximos días. En los medios políticos se da por hecho que Anatoli Chubáis pasará a ser primer vicejefe del Gobierno y que se encargará del bloque económico, y se barajan varios nombres para sustituirle al frente del Gabinete presidencial; entre ellos, el de nuevas figuras como Aleksandr Kazakov, hoy vicejefe del Gabinete, e Iván Ribkin, actual secretario del Consejo de Seguridad.

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Con Chubáis en el Gobierno, el verdadero peso del Gabinete recaería sobre él, aunque Chernomirdin seguirá formalmente como primer ministro y con menos viceministros que en la actualidad.,

Pese a asegurar que la decisión no es definitiva, Chubáis actuó ayer de hecho como un jefe de Gabinete en proceso de constitución. El economista Grigori Yavlinski, jefe de la fracción parlamentaria Yávloko, informó de que Chubáis había propuesto carteras ministeriales a cinco de sus parlamentarios. Yávloko estudiaba anoche las propuestas, que no concernían a Yavlinski y sí a cinco miembros de su equipo económico.

Yeltsin y Chernomirdin hablaron ayer en dos lenguajes totalmente diferentes. El presidente dijo que la situación del país es "extremadamente difícil" y "desciende el ya de por sí bajo nivel de vida de la mayoría de los ciudadanos rusos". Chernomirdin, en cambio, aseguré que este año "en Rusia mejoraron los indicadores sociales y económicos básicos. Los ingresos reales de la población en enero y febrero aumentaron en un 7% en relación con el mismo periodo del año pasado, y el número de personas con ingresos por debajo del mínimo vital descendió en un l4%". Chernomirdin dijo también que los plazos dados por Yeltsin para cumplir sus disposiciones son "reales". El motivo de esa seguridad es simple: "El -presidente siempre tiene razón".

Reforma militar

Yeltsin fue sumamente vago al referirs e a la reforma militar. Evitó dar fechas concretas para su iniciación, y a algunos observadores les pareció que era un poco más duro que de costumbre sobre la prevista ampliación de la Alianza Atlántica a los países de la antigua Europa del Este (Polonia, Hungría y República Checa).Estos planes son un intento de sacar a Rusia de Europa y conseguir su aislamiento estratégico", manifestó. La ampliación de la OTAN continuó, puede ser una "decisión fatal que saldrá muy cara a los pueblos de Europa". El segundo gran tema internacional tratado por Yeltsin fue la integración con Bielorrusia, una de las "principales directrices" de 1997, y el restablecimiento de la "comunidad" entre ambos países eslavos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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