La CIA despide a un centenar de agentes implicados en crímenes
En un intento de ruptura con su controvertido pasado, la CIA (Agencia Central de Inteligencia) ha cortado sus lazos con casi 100 agentes extranjeros, la mitad de ellos en Latinoamérica, cuyo valor como informantes, era superado por sus asesinatos, torturas, actos terroristas y otros delitos, según informan fuentes gubernamentales norteamericanas. Como parte de una revisión mundial que comenzó en 1994 y se aceleró de forma vertiginosa en 1995, la CIA confronta sistemáticamente la calidad de la información aportada con los historiales delictivos de estos informantes.
La purga de la CIA de sus informantes en los últimos dos años se ha centrado mucho en la división de Latinoamérica, que ha tenido en nómina cientos de militares y funcionarios en países como México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá.La agencia encontró que la violencia y la corrupción de multitud de estos informantes llegaban a niveles altísimos y la calidad de la información que aportaban era de tan escaso valor que no valía las decenas de miles de dólares que les pagaban cada año. La CIA también ha destituido a funcionarios militares y ciudadanos con historiales criminales en sus divisiones de operaciones en Oriente Próximo, África y Asia, dicen las mismas fuentes.
Esta purga de gente cuyos crímenes, superaban su utilidad como informantes forma parte de una amplia revisión de personal que ha causado la despedida de cientos de agentes, como la CIA llama a sus informantes extranjeros. Puede, que estos agentes también hayan cometido delitos, pero en este caso se les despedía porque la calidad de su información no justificaba mantenerles en nómina después de la guerra fría, según explica una de las fuentes. La revisión mundial empezó en 1994 con el entonces director James Woolsey y cogió fuerza en 1995 con su sucesor, John Deutch. La depuración, como se llamaba dentro de la agencia, fue resistida por algunos jefes de estación y agentes que argumentaban que no podían reclutar santos para espiar a pecadores, que hacía falta un ladrón para pillar a un ladrón. Pero Deutch insistió junto al abogado de la agencia, Jeffrey Smith, que decía que si tienes que cenar con el diablo hay que llevar una cuchara larga.
Contratar sin control
Deutch explicó la teoría de la depuración en un discurso en septiembre de 1995. Los agentes de la CIA siempre habían sido valorados por la cantidad y no la calidad de los informadores extranjeros que reclutaban. Como consecuencia, la agencia, a veces había contratado agentes "de manera ciega, sin control riguroso y sin seguir los procedimientos para pedir responsalidad", explicó el antiguo director. "Si la información que estas personas pueden aportar ya no sirve, si podemos conseguir la misma información en otros sitios, si las cuestiones de violaciones de derechos humanos y de implicación criminal supera el valor de la información para nuestros intereses nacionales, terminaremos nuestra relación".
Según una de las fuentes, del orden de mil agentes -entre la cuarta y la tercera parte del total de la nómina de la CIA en 1995- no cumplía los requisitos planteados por Deutch.
La división de Latinoamérica de la CIA mostró ser la que más agentes tenía que fueran asesinos y torturadores y está documentado que la agencia tuvo hombres de conflictivo historial en nómina y lo pasó por alto aún después de que empezara la operación de limpieza. Por ejemplo, el Comité de Vigilancia de Inteligencia, un grupo designado por el presidente, informó en junio de que la CIA contrató a sabiendas como informantes pagados a militares guatemaltecos sospechosos de cometer asesinatos, secuestros y tortura. Un caso llamativo fue el del coronel Julio Roberto Alpírez, implicado en el asesinato de un norteamericano y en el del marido, guerrillero guatemalteco, de una abogada también estadounidense.
Esta actuación no fue exclusiva de Guatemala. Se repitió por todo Centroamérica, donde la CIA estuvo profundamente implicada en operaciones de apoyo a gobiernos, y régimenes militares pronorteamericanos desde los años 50.
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